Capítulo 8.2

200 22 1
                                    



—Hosu, si el hombre que vino ayer aparece de nuevo o viene alguien que no conoces, tira del collar y grita pidiendo ayuda. ¿Entendido?

—Sí.

—Sabes que el número de marcación rápida en el celular para llamar a papá es el número 1, ¿verdad? Si pasa algo, tienes que presionarlo con fuerza.

—Está bien. ¿Acaso soy un bebé? Soy un niño.

Hosu hizo un mohín con los labios como si no le gustaran los repetidos molestos indicaciones de la mañana. Acaricié la cabeza de Hosu, calmando mi ansiedad.

—Sí, mi Hosu es un niño valiente.

No quería que fuera al jardín de niños. Pero hoy era el día de la clase favorito de Hosu. Le Insinué que se quedara en casa, pero Hosu negó con la cabeza diciendo que el personaje principal no podía faltar a la práctica.

Estaba ansioso, pero aún así decidí enviar a Hosu al jardín de niños. Si Jeong Jihyeok decide llevárselo de todos modos, no hay diferencia si está en el jardín de niños o en casa. No podía mantener a Hosu en casa solo para calmar mi ansiedad.

Ya sea que haya una negociación con Jeong Jihyeok, debería huir a un lugar donde no pueda encontrarlo. No tiene sentido que falte uno o dos días en el jardín de niños.

—Tienes que tirar del collar muy fuerte. Hasta que haya un fuerte zumbido. Le pides ayuda a tu maestra.

—Lo tengo.

—Y no puedes decirle a nadie que ese señor vino ayer.

—No lo haré.

—Nunca...

Al abrir la puerta principal, traté de hablar de nuevo. Pero la puerta no se abrió.

—Papá, ¿qué sucede?

—Creo que la puerta está atorada.

Cuando volví a tratar de abrir la puerta, escuché un gemido bajo de un hombre. Me congelé. Era la voz de Jeong Jihyeok. El aroma de Jeong Jihyeok fluyó a través de la brecha ligeramente abierta.

Jeong Jihyeok está ahora en la puerta. Mientras me apresuraba a cerrar la puerta, su zapato entró primero. Jeong Jihyeok abrió la puerta tal como estaba, y rápidamente escondí a Hosu detrás de mí.

—¿¡Qué estás haciendo!?

—Tengo miedo...

—¿Qué?

¿A qué tiene miedo? Yo soy el que no pudo dormir toda la noche y temblaba de miedo. No hay nada a lo que jeong Jihyeok le tema. ¿Se siente enfermo...?

—Tenía miedo de qué desaparecieras de nuevo.

Soy un idiota por preocuparme aunque sea por un segundo. Me reí y Jeong Jihyeok intentó abrazarme. Tomé la mano de Hosu y retrocedí. Entonces, Jeong Jihyeok me miró con una cara triste como si estuviera herido. Es ridículo.

La camisa y los pantalones de Jeong Jihyeok estaban todos arrugados y polvorientos. Su cabello estaba desordenado y sus ojos estaban borrosos. Parece que durmió en la puerta. Parecía medio dormido.

—Vete.

Lo miré fijamente y dije con claridad. No me importa dónde durmió Jeong Jihyeok o cómo se veía, o cualquiera que sea su condición física. Solo quiero que desaparezca de mi vista.

—Min Seojun, habla conmigo.

—¡No tengo nada que decir! ¡Sal de mi casa ahora!

—haa.. entonces no tendré más remedio que llevarme lo mío.

M. P. C. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora