M. P. C. S

Capítulo 10.4

—...expiación.

—¿Expiación?

Los dedos índice y medio del secretario Kwon tocaron sus labios. Si no hubiera estado frente a él, quizás estuviera fumando. Los dedos que cubría sus labios bajaron lentamente y continuó.

— Yo consideré al señor Seojun como una herramienta. Y se dijo de que el señor Seojun era una persona pretensiosa. Es posible que me haya obsesionado más con el título ''señora'' para no exponer mi verdadero corazón.

Hace siete años, el secretario Kwon, que estaba fumando frente a una tienda de conveniencia, se superponía. Estaba preocupado por Jeong Jihyeok, quien odiaba a los omegas y no podía olvidar la voluntad de su hermano.

—...¿Me odiabas?

—No

El secretario Kwon negó con la cabeza con firmeza y miró hacia el mar.

—Yo salía con Jimin, el hermano mayor de Jihyeok. Él fue mi primer amor y mi primera relación.

—...

Lo que Yi Gyujin dijo era verdad. Los ojos del secretario Kwon formaron un triste anhelo y fueron empujados como una ola.

—Jimin se ahogó en el mar. Encontrar el cuerpo fue un milagro.

Sentí una extraña sensación de incongruencia en las palabras del secretario Kwon. Escuché que fue asesinado, pero en sus palabras contenían el matiz del suicidio.

—Yo era inmaduro, y solo estaba inmerso en la tristeza de perder a mi amor, así que le dije cosas muy duras a Jihyeok. Mi participación y responsabilidad en que aún no pueda deshacerse del caso de Jimin y sufra dolor es bastante grande.

Desde que perdió a su amor, no podía dar ningún consuelo, obvio de que no había nada que pudiera hacer al respecto. Los hechos que yo conocía eran muy poco para pretender saber.

—Pero a pesar de que sabía eso, no dije que lo sentía, fue una lástima. Cubrí las heridas así y esperé a que pasara el tiempo, pero apareció el señor Seojun. Vi la esperanza en usted. Porque el corazón congelado comenzó de Jihyeok comenzó a latir de nuevo. Jihyeok se enamoró de usted, señor Seojun.

Hubo una risa que no coincidía con el ambiente serio.

—De ninguna manera.

—Ese chico de Jihyeok está enamorado de ti, señor Seojun. Simplemente no podía admitirlo debido a la voluntad de Jimin.

Dijo con firmeza. Absolutamente no... Debe estar equivocado porque no podía ver cómo era cuando estábamos solos. Sin embargo, mientras me miraba sacudiendo la cabeza diciendo que ese no era el caso, el secretario Kwon continuó diciendo con confianza.

—Quería que Jihyeok se diera cuenta rápidamente de sus sentimientos y los aceptara. En el momento, en que aceptó al señor Seojun, un Omega, pensé que sería capaz de superar el pasado. Pensé que podía hacer un poco más. Sólo le toma un paso más, entonces puede superarlo. Ahora que tiene un hijo, y al señor Seojun también, creo que lo olvidará todo y vivirá feliz para siempre. Luego vi sus ojos, señor Seojun, que aún busca la libertad, y me di cuenta. ¿Qué he hecho?

Apartó la mirada del mar y miró fijamente a mí.

—Ese día, los ojos del señor Seojun eran iguales a la última mirada de Jimin, que me dejó con una leve sonrisa.

—...

—Todo en lo que podía pensar era en Jimin y Jeong Jihyeok. Elegí al señor Seojun, como una herramienta para curar el corazón de Jihyeok y fingí no conocer su dolor. A usted también le gustaba a Jihyeok, por lo que repetí en mi racionamiento y me dije que si Jihyeok se diera cuenta de sus sentimientos, todos serían felices. Se suponía que yo debía estar del lado de usted, señor Seojun, pero no pude. Lo lastimé mientras intentaba salvar a Jihyeok. Lo conduje en una situación difícil, sintiéndose acorralado como Jimin.