✩｡:*• Imaginas con Leon S. Kennedy ✩｡:*•
✧ Cada capítulo contiene una historia diferente al resto, en algunas ocasiones pueden ser consecutivas (tomando no más de dos o tres capítulos de duración, a excepción de algunas consideraciones).
✧ Contenido...
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Audiencia: 18+ «sexo explícito» Apariencia: Leon S. Kennedy, Resident Evil: Vendetta.
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La sartén chisporroteó mientras revolvías lentamente el contenido con la cuchara de madera, la cocina se había inundado de un mar completo de apetecibles olores mientras esperabas el ansiado regreso de tu chico.
El temporizador sonó mientras te dirigías con rapidez al horno, sacando la bandeja con sumo cuidado de no quemarte. La pusiste sobre la isla de la cocina mientras te sacabas los guantes de las manos.
Miraste el reloj colgado sobre la pared y te sorprendiste de la hora, Leon estaría por volver a casa en cualquier momento.
⸺ ¡Llegué! ⸺resonó su voz seguido de la puerta cerrándose.
Sonreíste mientras te enjuagabas las manos.
⸺ ¡En la cocina!
Escuchaste la suave risa de tu chico mientras caminaba hasta donde tú te encontrabas. Te acercaste a la estufa y seguiste revolviendo la sartén asegúrate de que nada se quemara. Giraste la cabeza cuando lo viste por el rabillo del ojo entrar a la cocina.
⸺ Ey, te eché mucho de menos...
Caminó hasta ponerse detrás de ti, enredando sus grandes manos sobre tu cintura. Sonreíste levemente mientras seguías concentrada revolviendo la comida.
⸺ Y yo a ti. ⸺susurró dejando un suave beso sobre tu cuello.
Su barbilla descansó sobre tu hombro mientras veía atentamente cada uno de tus movimientos. Pudiste sentir los pequeños pinchazos de su barba corta sobre tu piel.
⸺ Eso huele increíble. ⸺murmuró sobre tu oído provocándote un pequeño escalofrío.
⸺ Solo espero que sepa como huele...
Las manos de Leon descendieron lentamente de tu cintura hasta tus muslos, tu piel se erizó tenuemente.
⸺ Estoy seguro de que sí. ⸺lo sentiste apretarte ligeramente la pierna, diste un pequeño brinco en sorpresa.
Te alejaste del sartén para poder tomar el trapo y limpiar la barra, pero Leon fue más rápido y te acorraló sobre la isla de mármol mientras se apoyaba con ambas manos sobre el borde de la barra. Jadeaste en sorpresa. Con su mano libre te alzó suavemente la barbilla, obligándote a mirarlo directamente a los ojos.
