arôme de rose » nakamoto yuta, lee jeno

f o r t y f i v e

Yuta

No puedo respirar. Cada particula de oxígeno que entra por mis pulmones se siente como miles y millones de cuchillos atravesando mi organismo. Tengo la nariz obstruida a causa del llanto, y los ojos rojos e hinchados. Y un sentimiento mucho peor llenándome: la culpa.

Sujeto el volante, dando la vuelta bruscamente por la avenida de la calle, casi chocando contra otro auto, de no ser por las maldiciones de su conductor y el insoportable sonido de las llantas y de la bocina.

Mi mente está envuelta en dolor, repleta de recuerdos de las palabras de Nanami y de su odio. Un odio que sé que merezco por mi egoísmo.

En estos momentos, solo quiero desaparecer. Irme de todo y de todos y no volver. De cualquier manera, si lo hiciera, estoy seguro de que nadie me extrañaría. ¿Cómo alguien podría echar de menos a un maldito asesino? Porque eso es lo que soy y siempre he sido: un asesino. Asesino porque he acabado con la vida y la ilusión de las personas que han estado a mi lado, en especial con la de la mujer que más he amado.

La he alejado de ella misma, convirtiéndola en un fantasma sin energía, sin brillo. He succionado toda su fuerza, debilitándola y obligándola a abandonar sus sueños, a perder a las personas que más valiosas eran para ella: su padre, su madre, su hermana, el hombre al que ama y a su hijo.

Mi coche termina aparcado frente a un local con un gran cartel adornado con luces de neón. Guardo las llaves en el bolsillo de mi saco, cerciorándome de haber asegurado las puertas. No suelo frecuentar bares de este estilo, pero lo que más necesito en este momento es un trago para anestesiar el enorme nudo que tengo atorado en la garganta. Cuando entro, el espacio está tan repleto de gente que me llego a sentir sofocado. La música, las risas e incluso los insultos les impiden a mis oídos acostumbrarse por completo.

Ocupo el único espacio libre frente a la barra donde se mezclan las bebidas y espero a que llegue mi turno de pedir.

ー¿Qué le sirvo?ーLa voz de una chica me habla.

ーWhisky, por favorーRespondo, sin mirarla.

ーPésima elecciónーComenta. Mi ceño se frunce.

Cuando alzo la vista, unos redondos ojos marrones me escrutan. La joven comienza a batir los elementos para mí trago y se ríe.

ーEs una buena elección para quienes disfrutan de olvidar las cosas que les atormentaーOpino, apoyando los codos sobre el mármol.

ーSí, y también una buena opción para aquellos a los que les gusta desperdiciar su dineroーObjeta.