Prólogo

2.4K 260 106
                                    

― La enfermedad de su padre es mortal, Señor Thoma. No hay operación pero el tratamiento tiene un precio algo elevado. A su padre no le quedan más de dos años de vida... ― Informó un médico, las cuatro paredes color hueso y esa iluminación blanca-grisea daba un aspecto funebre y depresivo a la habitación del consultorio.

Thoma estaba en una silla, procesando toda palabra que escuchaba.

Estaba en Shock.

Su padre lo trajo a vivir a ese país, lo crío y lo cuido.

Y se quedará solo antes de tiempo.

― Debe ser mentira...

― Lo lamento, si necesita puede entrar a ver a su padre. Me retiro ― Comunico el médico para luego salir, dejando a Thoma en la silla.

Thoma miraba hacía la puerta que daba a la habitación de su padre, el cual estaba hospitalizado, semi-muerto y con mil aparatos conectado a él.

La estadía de su padre en el hospital económica no iba a salir. Su abuela no habia enviado dinero hace tiempo y su madre era una omega incapacita para el trabajo.

No le quedó de mucho, dejo un beso a su padre en la frente y salió a la fría calle. Camino hasta el minimarket más cercano y preguntó:

― ¿Dónde están las revistas de trabajo? ― Preguntó de forma segura, la cajera le señalo un estante que estaba frente a él y el joven rubio saco una, la pagó y volvió a su hogar.

、ヽ`、ヽ`个o(・_・。)`ヽ、`ヽ、

― RENUNCIO ― Gritó una chica quitándose un mandil y huyendo hacía la puerta.

¿La razón? Ayato vió un agujero en su traje y le reclamo, nombrando el código de vestimenta en la mansión Kamisato y el porque aquel agujero accidental era signo de pobreza.

― ¡Perdonelo! ― Pidió Ayaka suavemente ― No lo dijo con mala intención.

― Seré vieja pero no tonta, me voy de este lugar, estoy cansada de su dinero. Algún día sabrán de mí y ganaré más que el señor Kamisato ― Dijo la señora para marcharse completamente.

Los hermanos se miraron y Ayaka inmediatamente regañó a su hermano.

― ¡Era la mejor criada de la ciudad, Ayato! Más te vale que cuando vuelva de mi viaje escolar tengamos nueva criada.

― Lo prometo. Pero si veo un agujero, no queda en el puesto ― Comentó Ayato.

― Hermano mayor, tu nunca sabrás lo que es ser pobre.

― ¿Tú no debes estan empacando? ― Le recordó Ayato, le molestaba esa actitud de su hermanita.

― No intentes zafar, pero tienes razón, voy a empacar.

Ayaka subió escaleras arriba, en eso Ayato inmediatamente llamo a la revista de trabajos más popular.

Dos días fueron suficientemente para que un guapo interesado llamará a su télefono preguntando por el trabajo.

Trabajo de criada... ¿Quién diría que el destino junta a las almas más extrañas para estar destinadas?

 ¿Quién diría que el destino junta a las almas más extrañas para estar destinadas?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Limpieza del amor (Thomato omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora