One-Shot

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No eres bueno para mí.
Cariño, no eres bueno para mí.
No eres bueno para mí.
Pero cariño, te quiero.
Te quiero.

Lana Del Rey

Hinata había aprendido a mentir.

Le mentía a su familia cada vez que su hermana y su primo preguntaban sí estaba bien.

Les mentía a sus amigos cuando ellos la invitaban a salir para divertirse.

Se mentía a si misma cada vez que se miraba al espejo.

Pero eso estaba bien.

Después de que Naruto y Shion formalizaron su relación todos habían creído que ella enloqueceria. Hinata había puesto todas las fuerzas que poseía en aparentar serenidad para felicitar a la nueva pareja y en soportar las miradas de lastima que recaían en ella como si se tratara de un soldado herido.

Desde entonces había sido difícil convivir con su grupo de amigos. Hinata no era ciega, podía sentir los ojos puestos en ella a la espera de ver cuándo se rompería.

Contra todo pronóstico jamás aparento tristeza delante de sus allegados. Todo su dolor lo dejaba encerrado en la privacidad de su habitación para en las noches llorar contra su almohada.

O eso quería creer.

—Toma.

Hinata parpadeo saliendo de su transe. Giró a ver la lata de Diet Mountain Dew(1) que Sasuke le ofrecía.

—No bebo.

El chico levanto una ceja y en sincronía los dos voltearon a sus espaldas para ver el escándalo que se formaba dentro del establecimiento; Sakura e Ino estaban ebrias y eran cargadas por su respectiva pareja, Shikamaru parecía más ocupado en cubrir las bragas expuestas de su borracha novia y Gaara cuidaba de que la pelirosa no vomitara sobre el mostrador.

Cerca del estante de dulces estaba Naruto y Shion besandose y compartiendo sonrisas enamoradas.

—La necesitas— volvió a ofrecer Sasuke al regresar sus ojos a la Hyuga que sentia ganas de llorar.

Hinata acepto. Cogió la fría lata en su mano para después abrirla y darle un sorbo. El sabor agridulce baño su lengua y quemó su garganta. Sasuke dió un par de pasos hasta llegar a la banqueta y sentarse junto a ella.

Ambos chicos compartieron el silencio de la noche helada que cubría a la ciudad de Nueva York.

Hinata sintió que las lágrimas dejaban de picar en sus ojos conforme tomaba más y más. La compañía que Sasuke le ofrecía era cómoda y agradecía que él no la veía como el resto de sus amigos.

—¿Hasta cuándo planeas seguir así?— ella no lo miró, estaba más concentrada en ver al par de rubios comprar  anticonceptivos—. Es patético.

—No lo sé— confesó—No se que hacer.

Hinata había aprendido a mentir. Pero no era buena mentirosa.

Le mentía a su familia diciéndoles que estaba bien. Pero Hanabi y Neji la escuchan llorar en las noches.

Les mentía a sus amigos aceptando sus citas para salir. Pero ellos la miraba con pena al verla triste la mayor parte del tiempo.

Diet Mountain Dew [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora