Dedicatoria

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Siento que lo que creíais que iba a ser cortito sea toda esta parrafada pero allá vamos:

Últimamente he tenido una oleada de inspiración y esta siempre llega de forma inoportuna justo cuando tengo ganas de ir al baño o cuando es medio día y debería comer pero no puedo cortar porque me arriesgo a no tener más palabras coherentes. En este caso ha llegado en época de éxamenes y cuando ya había empezado un fanfic loco inspirado en la gente de la uni que conocí a principios de curso y de los cuales creo que si habré hecho tres o cuatro amigos será todo lo más (ampoco es que haya hecho mi vida más interesante porque sigo sin salir y sin novio como veis los poquitos que me leeís). Sin embargo, llevaba tiempo queriendo una continuidad a mi historia de Aurelia y José. Creo que la merecían y lo cierto es que tenías muchas ideas y quería daros un poco de transfondo en una segunda parte. 

Puede que los pocos que me leen crean que divago, que mi personaje de Aurelia es aburrida y está loca pero no me extrañaría. Aurelia soy yo en versión 2.0. así que si lo pensais es que me he representado correctamente porque tengo tendencia a no caer bien. Puede que me vaya mucho por las ramas lo sé, pero siempre he creído que en las series hace falta relleno para sentirse afín a los personajes. Todos nos acordamos de los personajes de Friends pero dudo que lo hagamos con los Brigerton. Lo siento por sus amantes, yo considero que está sobrevalorada pero te guste más o menos sabes que su impacto será menor y eso es un hecho. Lo que diferencia a las grandes series noventeras es el relleno. Además el relleno era necesario porque he querido incluir algunas de mis anecdotas de la ESO y dios me bendijo y maldijo a partes iguales con una estupenda memoria. Evidentemente la historia de Aurelia no es real, qué más quisiera yo ser tan segura. Sebas la ha llegado a manejar pero no me negareis que tiene actitud. Pero sí que hay gran parte de mí plasmada en ella sobre todo en el principio. El caso de cómo describí a Sebas es ya más diferente, no es que sea JK Rowling (y menos mal) pero he escrito varias cosillas y no es ni de lejos el mejor protagonista masculino que haya creado pero sí que me esforzado más de lo que haya hecho con muchos de ellos. Con esta introducción no quiero justificar mi proceso creativo, ya sé que para muchos la historia puede parecer la mierda más tóxica del mundo y sería comparable a after incluso como una copia mala-que unpopular y funable opinion a mí me gusta porque me siento como si fuera una telenovela dramática latinoamericana- pero lo que quiero que entendais es de donde vienen y cómo yo poco a poco me convertí en una mera expectadora dentro de lo que ocurría entre ellos. Lo cierto es que yo he disfrutado mucho con ambos y creo que es de los que más orgullosa estoy con todos mis pequeños aspirantes a libros. Con esta segunda parte además como habréis notado hago muchas referencias a la guerra, siempre me ha apasionado ese mundo y el por qué se sexualiza aunque evidentemente todo lo que pase relacionado con las milicias sale en gran parte de mi imaginación, por mucho que haya buscado por google no me ha quedado muy claro y nunca mejor dicho he tenido que echarle cuento.

Puede que el motivo para que siempre haya tenido una predilección a estos personajes y su "enemies to lovers" haya sido que he disfrutado mucho recordando mis anécdotas de clase y cómo yo discutía con mi propio "José". Porque sí, Aurelia no es la única que tiene sus puyitas con un tipo que le cae mal y la vez la pone como un horno. Sé que a todos o a casi todos nos ha pasado que nos ha llegado a atraer la persona que menos nos convenía, que no nos correspondía, que nos repugnaba, que si cualquiera de nuestros amigos acabase con él la compadeceríamos y que sabíamos que era un payaso. Y esa persona se nos hacía la más guapa del mundo y hemos tenido ensoñaciones sexuales de todo tipo e incluso hemos planeado cómo sería una relación disfuncional con él/ella sin que lo admitiesemos jamás en voz alta ante nadie. Esa persona con la que no hemos tenido nada, esos que no merecen llamarse ni casi algo pero que sabemos que han sentido junto a nosotros ese gusto culposo, que a pesar de todo lo que aparentais fastidiaros -porque el odio es muy fuerte y apenas aplica a los libros- en realidad de conoceros mejor quizá no lo haríamos tanto. Esas personas que son lo que yo denomino "la eterna espinita" porque no merecen ser llamados crushes. 

Encontrarlos después de algún tiempo duele porque habías seguido la vida como si nada y cuando vuelven te hacen recuestionarte qué está mal en ti para que ni con el tiempo y el desagrado mutuo hayas podido superarlo pero yo agradezco tener mi propia espinita porque gracias a eso me he motivado para escribir mucho más y de forma más desasorrallada que los desastrosos intentos con los que empecé. Si no fuera por ti querida espinita nunca hubiera compuesto mi propia oda a los desagraciados como yo. Si no hubiera sido por ti nunca me hubiera conocido a mí misma con lo que escribo, no hubiera empezado a plantearme cómo sería una buena relación de pareja y lo más importante: si no hubiera sido por ti no sabría toda esa adrenalina que "la espinita" y sus débiles encuentros más intensos que cualquier relación real pudieran producir. Así que te agradezco que hayas sido mi objeto de obsesión, que me haya debanado los sesos intentando entenderte y entender por qué yo sentía eso. Te lo agradezco porque todos esos intentos fallidos me hayan servido para conformar al personaje de José. Ni siquiera puedo decir que te esté dedicando esto a ti porque en realidad no te conozco, digamos que se lo dedico a mi propio análisis de mis sentimientos. Pero en cualquier caso, gracias por existir tú y tu figura que me ayuda a seguir cuestionando y aprendiendo sobre mi persona más que cualquier otro, te lo agradezco de corazón querida "espinita". 

Todo lo que se siente con las espinitas lo refleja mi sexy y amado Ross Lynch.

LA GUERRA ENTRE NOSOTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora