SINCE I SAW YOU [changlix]

02.

—Sabes que siempre vamos a estar juntos pase lo que pase ¿Verdad?

—Si mami, siempre juntos— respondió feliz, mirando a su madre con amor.

—Necesitamos hablar los dos hijo— tratando de sonreír, agarró la mano de Felix y ambos se dirigieron a su cuarto.

Esa tarde a puerta cerrada, se sinceró con su hijo por primera vez en mucho tiempo. Habia pasado tiempo desde que le habia hablado con la verdad.

—Ya es la quinta vez que le prometes cosas a Felix que no le vas a cumplir— con la sangre hirviendo y tratando de no lanzar el teléfonopor la ventana, respondió.

—Las cosas están complicadas acá, ¿Que quieres que haga? Pensé que las cosas iban bien pero gano poco y tengo que mantener mis gastos.

—Le prometiste una computadora para navidad y el lo espera con ansias, no me importa que gastos tengas que hacer, me enoja que le prometas cosas a tu hijo y al final el se tenga que llevar una desilusión porque no se la cumples. No es la primera vez que pasa.

—Escuch-

—No le vuelvas a prometer cosas a tu hijo si no las vas a cumplir. Después les estas diciendo a tus padres que eres un padre ejemplar, cuando es todo lo contrario— escupiendo sus palabras, le colgó el teléfono.

Bicicleta, juguetes, ropa, incluso que el fuera a Australia a pasar fiestas con Felix, nada lo cumplió. Y a Yeri se le desgarraba el corazón ver a Felix llorar cada vez que le decia que no se iba a poder.

No se quedó con los brazos cruzados esta vez. Ella trabajaba y crío a Felix sola, mando a construir todo el segundo piso de la casa de su padres para ella y Felix con su trabajo y esfuerzo para que vivieran los dos.

En esa Navidad no hubo llanto de Felix, si no, alegria, al ver una computadora nueva responsable debajo del árbol, esa misma noche llamo el padre de Felix para desearle Feliz Navidad.

—¡Gracias por la computadora papá! ¡Gracias Gracias te quiero! Y Feliz Navidad!- Felix le dijo a su papá emocionado por llamada.

—De nada hijo, que bueno que te gustó— dijo descaradamente.

Otra vez, lo que el pequeño no sabia, era que su mamá le habia comprado esa computadora. Y Yeri le habia dicho a Felix que fue su papá el que se la compró.

...

—¿Porque te vas a ir mamá?¿Tan lejos?— llorando Felix comenzaba a alterarse.

—Escuchame por favor— dijo, tratando de calmarlo.

A sus cortos ocho años, sentia que se estaba ahogando, siguiendo sin entender, solo queria que todo lo que le estaba diciendo su mamá en ese momento fuera una broma.

—Quiero que tengas un buen futuro— explicó la mayor— quiero darte un buen futuro donde tengas todo lo que te mereces, lo que nunca tuve. Puede ser que no lo entiendas ahora, pero lo estoy haciendo por ti y por mi.

—Voy a trabajar mucho pensando en ti todos los días, y en el momento en el que menos te lo esperes vamos a volver a estar juntos. Y te irás conmigo— prometió.

—Quiero irme contigo, no quiero separarme de ti mamá, por favor— Felix miró a su mamá con súplica en sus ojos.

Se abrazaron con todas las fuerzas que tenian.

Fueron a despedir a Yeri al aeropuerto. Y Felix aún no lo podia creer, incluso tuvo la esperanza de que su mamá le dijera que era una broma, agarrara sus maletas y todos salieran del aeropuerto.

—Cuidate mucho hija, por favor— dijo su padre, con ojos brillosos.

—Te vamos a estar esperando cuando vuelvas— le dijo a su hija, envolviendola en un abrazo.

—Por favor dejenme con Felix a solas un momento— habló desde el hombro de su madre, a ambos.

...

Felix estaba sentado al final de toda una fila de sillas, juntos a la puerta de embarcación y cerca de todos para no perderse, estaba ansioso, nervioso y con la mirada perdida.

—¿Sabias que tus pecas son las estrellas mas hermosas de mi constelación?— escuchó la voz de su madre y a ella acercándose.

—Me lo dices desde que tengo 5 años, si— habló desganado, no queria hablar muco. Yeri tragó duro, no podia pedir mucho, ella sabía que para él era mucho más duro.

—No olvides portarte bien por favor, nos comunicaremos todos los días, quiero que me sigas contando como van tus clases de baile, no quiero perderme nada...

Felix mostró desde muy chico el amor y gusto por el baile. Y Felix lo recuerda muy bien, su primer público fueron sus abuelos y su madre. El amor por este arte traspasó su cuerpo y ya no lo podia ocultar. Y Yeri cuando se dio cuenta no dudó en meterlo a clases de baile.

Mamá— Felix comenzó a llorar.
Mamá ven rápido por favor— abrazó a su madre.

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