Prólogo

52 8 0
                                    

-¡Hasta mañana chicos! -se despidió el pelirrojo.

Los jugadores se dispersaron por el pasillo despidiéndose levemente unos a otros y felicitandose por el arduo trabajo que hicieron en el entrenamiento de ese día.

-Nazz nos está esperando en la salida -dijo Nath yendo atrás del pelirrojo hasta alcanzarlo.

Kevin asintió y mientras los mejores amigos charlaban, por el pasillo avanzaban hasta llegar con su amiga rubia.

Al acercarse notaron que ella estaba de espaldas al pasillo observando una cartelera con un gran anuncio exponiendose al público.

"Baile de Otoño" se podía leer en grandes letras de color caramelo junto con algunas especificaciones más abajo en el papel. Nazz se volteó hacia sus dos amigos con una sonrisa de oreja a oreja y con sus lindos ojos azules reluciendo de la emoción.

-¡Esto es increíble! -exclamó suspirando.

Mientras Kevin leía mejor aquella hoja, la rubia seguía expresando su contento.

-Amo tanto los bailes, me encanta la temática de personas teniendo la oportunidad de tener un acercamiento con la persona que les gusta, ¡o simplemente amigos disfrutando juntos!

Nazz sacó una replica de aquella hoja de su mochila y agregó más detalles sobre la emocionante experiencia que podían disfrutar los tres.

-¿Los tres? Pero si tienes millones de pretendientes -apuntó Kevin con media sonrisa.

-Y tú también pero no te veo interesado en invitar a ninguna chica -refuto con la misma media sonrisa dando a entender su punto.

Ambos sonrieron y luego de unos segundos la rubia anunció que se iba a adelantar un poco y que los esperaría en el estacionamiento.

Nathan esperó que su amiga saliera por completo de la institución y en menos de dos segundos pasó su brazo por sobre los hombros de su amigo pelirrojo mientras ambos soltaban unas risitas.

-¿Qué pasa? -preguntó el pelirrojo calmando su risa sin dejar de sonreír.

-Uh ¿cómo que "Qué pasa"? -dijo imitandolo y recibió un codazo por esto-. ¡Tú y Nazz! Es obvio que quiere ir a ese baile contigo.

-Uh, a mi me pareció claramente que dijo que quería ir con nosotros -levantó una ceja y siguió- Además ni ganas de ir, suena algo... Tonto.

-¿¡Tonto?! Es la oportunidad perfecta para que alguno de los dos finalmente se confiese al otro. Porque te gusta ¿no? Son la pareja perfecta.

Kevin se quedó unos segundos divagando por su mente mientras avanzaban, pero enseguida le contestó.

-Si me gusta -sonrió y murmuró- eso creo...

Nath se puso en frente del pelirrojo y empezó a avanzar en reversa para no moverse de esa posición.

-¡Genial! Sólo piénsalo; Tú y ella bailando en un suave ritmo mientras su vestido ondea suavemente y su sedosa cabellera se mueve al compás de la música.

Mienteas decía esto fingia tocar un violín logrando sacarle algunas risas al pelirrojo hasta que ambos llegaron al estacionamiento y vieron a la rubia apoyada en el auto de Nathan chateando por su celular.

Los tres subieron al susodicho vehículo para que luego el de pelo teñido encendiera el motor y salieran de ese lugar.

°•°•°•°

El penúltimo destino era Kevin, y antes de que entrara en su casa, Nath llamó su atención para decirle una última cosa.

-Oye, no te quiero obligar ni nada, sólo--

-No, tranquilo -lo interrumpió y ambos se sonrieron mutuamente antes de que Nath se fuera de ahí.

El pelirrojo suspiró y antes de entrar a su casa, una luz encendida de la casa de enfrente llamó su atención. Su vecino, Edd, estaba en su cuarto escuchando música. Podría haberlo saludado, pero decidió mejor dejarlo disfrutar, en la opinión personal del pelirrojo, era lindo ver su cara de alegría cuando hacia algo que le gustaba.

Clases De Baile Donde viven las historias. Descúbrelo ahora