Las bodas son un momento de alegría y felicidad. Tanto para la pareja como para los invitados y familiares. A Nagi sinceramente le daban igual las bodas; el día de hoy hizo una excepción pues era la boda de su amigo de hace muchos años. Solo por eso hoy iba a ir a esa y hacer lo que nunca hacía, convivir de más con otras personas. Lo haría por Rensuke, su amigo de hace tanto tiempo.
Después de la ceremonia (que le pareció muy bella), se acercó a la mesa de bebidas y tomó una copa. Se encontraban dentro de un gran salón, todo decorado entre blanco, rosado y naranja claros, los colores favoritos de los novios. Se notaba que los novios eran ricos, pues no habían escatimado en gastos a la hora de realizar su unión.
"Que suerte tienen algunos" pensó Nagi mientras bebía un poco "Si encuentro a alguien la mitad de millonario de lo que es el prometido de Kunigami, tal vez no tendría que volver a trabajar en la vida"
Nagi cayó en cuenta, eso era lo que él necesitaba. No importa si era egoísta, él solo quería no tener que volver a trabajar en lo que le resta de vida. Eso era. Encontrar un pez gordo
Y como si los dioses le hubiesen oído, llegó la solución a sus problemas.
—Nagi Seishiro ¿Verdad? — era un chico de pelo y ojos color morados, sus ojos eran muy bellos. Nagi quedó encantado de esos bellos orbes. Tenía una sonrisa amigable y vestía un esmoquín blanco con un moño morado. Ya lo había visto antes. Era el padrino de Chigiri. Lo vió durante la ceremonia.
Aunque también se le era conocido de otro lado. Ese tipo sin duda alguna era Reo Mikage. El único heredero de todas las empresas y negocios de su familia. Literalmente, nadaba en dinero.
—¿Me conoces? — preguntó Nagi dejando su copa, ahora vacía, en la mesa
—Kunigami me habló de ti, tenía ganas de conocerte ya — la sonrisa de Reo era muy bella. Aunque.... Su rostro estaba algo pálido
—Él siempre tan comunicativo — comentó con el propósito de hacerle reír, y lo logró
Nagi ya lo había decidido. Conquistaria a este chico. Y ya no tendría que preocuparse por dinero jamás
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Las cosas a Nagi le habían salido a pedir de boca. Después de ese encuentro, intercambió su número con el chico de pelos morados y desde entonces se encontraban casi todos los días. Algunas veces hacían videollamadas, cuando ninguno de los dos podía encontrarse debido a temas de trabajo. A pesar del tiempo que habían pasado juntos.... Nagi no se sentía enamorado del más bajo (o eso creía).—Nagi... ¿Puedo ser sincero contigo? — Reo quitó su típica sonrisa y Nagi pudo ver por primera vez una expresión diferente en él. Una mezcla de miedo, tristeza y... ¿Dolor?
Esa expresión le preocupaba. ¿Había pasado algo malo? ¿¡Iba a terminar con él?! Eso sería un gran problema
—Dime Reo. Puedes ser sincero conmigo
El más bajo tomó aire y luego lo soltó. Cayó sobre Nagi como una pequeña bomba — No me queda mucho tiempo de vida....
Seishiro se quedó en silencio, dándole la oportunidad a Reo de continuar — A ver... Cuando tenía unos 16 descubrieron en mí una extraña enfermedad de la cual no se conoce cura. He viajado por todo el mundo buscando una pero... Ni los mejores especialistas han podido curarla... Calculan que me queda un año cuánto mucho
Se acercó a Nagi, quedando frente a frente — Desde el principio noté tus intenciones. Que no estás enamorado de mí y que tampoco te intereso de un modo romántico — Nagi se sorprendió por eso — Pero te propongo un trato
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Lo que yo quiero. <Nagireo>
FanfictionOne-shots Nagireo Portada en progreso si vas a leerla te recomiendo traer pañuelos