Amor A La Primera Jugada - Historia BL Soft

el comienzo

-¡¿Qué rayos hacia él aquí?!- me dije a mi mismo. No lo podía creer, era ese estúpido de la tarde junto a otros tres chicos y una chica.

-Chicas y chicos, hoy tenemos a unos nuevos alumnos, sean amigables y hablen entre ustedes ya que serán compañeros desde ahora.- Dijo el entrenador. -Por cierto, díganme sus nombres para presentarlos.- con una sonrisa se acercó a los niños nuevos y aquellos le dijeron su nombre. -Okay. Tenemos a Joaquín, Bastián, Fernando, Maite y Agustín. Den un gran aplauso por favor.- dicho eso nosotros aplaudimos y el entrenador preguntó.- ¿Y ahora qué decimos?- con una sonrisa grande nos miró a todos, esperando a que respondamos igual que él, con una amplia sonrisa. -¡Bienvenidos a paty voley!- todos gritamos dándoles la bienvenida.

-¡Mis niños, ahora a trotar por toda la cancha!- Gritó el tío paty.

Mientras trotaba sentí un empujón en mi espalda que me dejó sin aire, me descordiné y caí como saco de papa al suelo. Levanté la mirada y vi a ese tal Agustín riéndose mientras corría. No la pensé ni dos veces, me paré con odio y corrí hasta él para cobrar venganza.

Cuando lo empujé sentí su espalda toda mojada, dios que asco. Está bien, por lo menos se cayó. Seguí corriendo pero algo me atormentaba, vi a mi lado, ya que sentía una mirada amenazante y ahí me encontré al tío paty, observándome con una cara de enojado. Me dio miedo así que seguí trotando.

Pasaron los minutos, y nuestro instructor me llamó a su oficina, encontrándome cara a cara con ese tal Agustín.

-Chicos ustedes no se irán hasta limpiar toda la cancha al terminar las clases.- sentenció- Los vi empujándose mutuamente y las peleas no están permitidas en esta escuela. Aparte tendrán que hacer todos los ejercicios de duplas juntos, hasta que se lleven bien.- Dijo seriamente.

-¡¿Cómo?!- Dijimos al unísono con la cara sorprendida.

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Lo que dijo el tío paty se volvió realidad. Estuve con Agustín en todos los ejercicios. Y ahora, estábamos limpiando la cancha, yo con el trapeador y él con la escoba.

-Barre bien por dios, se nota que no sabes hacer nada bien.- Dije enojado ya que todo seguía sucio.

-¿Y tú que sabes hacer bien enano? Ni siquiera sabes crecer.- dijo con una voz amenazadora. Iba a quedarme callado pero decidí responder con el primer empujón.

-¡Qué carajos te pasa!- Me agarró de la polera, y quedamos a pocos centimetros de tocar narices. Lo empujé de nuevo para que me soltara, pero salió mal y él me empujó. Caí sobre el balde de agua con limpiapisos. Me dio vergüenza así que decidí no seguir la pelea.

Agustín me tiró su escoba y agarró el trapero que estaba en el suelo. Como no quedaba agua en el balde, me lo pasó por el cabello.

Se puso a trapear de lo más normal y yo terminé barriendo. Después de unos minutos me fui sin despedirme pero nos lanzamos una mirada.

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Cuando llegué a mi casa me fui a bañar y no podía quitármelo de la cabeza... el limpiapisos claro.

Cuando salí del baño me vestí y sin secarme el pelo salí de la casa a comprar pan. En el camino me encontré al amigo de lentes del Agustín pero, no me acordaba de su nombre.

-Hola ¿Te acuerdas de mi? Soy el de voley.- Dije acercándome.

-Si claro ¿Cómo estás?- me dijo animadamente.

-Bien, muchas gracias. Por cierto ¿Cómo te llamas? Se me olvidó tu nombre... perdón.-

-Me llamo Fernando jeje, tú te llamas kristian verdad?- sonrió.- por cierto ¿A donde vas? Te puedo acompañar si quieres.-Dijo con una gran sonrisa.

Fuimos a la panadería y dios mio... Ahí estaba de nuevo.