Otro año y un millón de cosas más

Capítulo 1 : Septiembre

Es difícil para Taehyung creer que todavía está con Jungkook.

No es porque ya no lo ame ni nada, porque, honestamente, Taehyung ama a Jungkook más de lo que probablemente se considere saludable. Es solo que han pasado por... bueno, han pasado por muchas cosas.

Después de que se juntaron al final de su tercer año, el resto de la universidad se sintió como un maldito sueño, especialmente en comparación con lo que vino después. A veces, más tarde, Taehyung anhelaba cuando peleaban por cosas como que Taehyung le robaba todas las sudaderas a Jungkook y que Jungkook estaba demasiado absorto en un nuevo videojuego como para recordar que tenían una cita. Todavía pelean por esas cosas, las cosas pequeñas, pero rara vez, y nunca dejan que las afecte por mucho tiempo.

No cuando han lidiado con tantos problemas más importantes en este momento. Siete años es mucho tiempo, especialmente para ser tan joven. Taehyung nunca se había preocupado realmente por la diferencia de edad, más allá de ese primer verano, pero, hombre, esos dos años cuando Jungkook todavía estaba en la universidad fueron muy, muy difíciles.

Taehyung se graduó con un trabajo en IBM y su padre nunca había estado más orgulloso. Jungkook, por otro lado, sabía que Taehyung no estaría feliz, pero Taehyung le dijo una y otra vez que el trabajo no era algo por lo que tuviera que estar feliz. 'Es solo un trabajo', decía cada vez que Jungkook lo mencionaba. Tuvieron algunas peleas amargas por eso, sin duda, pero al final, Jungkook retrocedió y Taehyung comenzó en IBM en el otoño.

Y él era jodidamente miserable.

Era tan aburrido, y todos eran tan exigentes, sentía como si lo estuvieran arrojando en una picadora de carne todos los días. Llegaba a casa completamente agotado y, la mayoría de las veces, lloraba a mares. Se detuvo con el arte por completo, porque ya no tenía tiempo, y toda su ropa favorita estaba acumulando polvo en el fondo de su armario mientras se vestía con un maldito traje todos los días. Ni siquiera sabía cómo anudar una corbata cuando empezó. Ahora, probablemente podría hacerlo con los ojos cerrados, y odia eso. Incluso los fines de semana, en su mayoría solo se recuperaba del sueño, o lo llamaban a la oficina, y el resto del tiempo lo pasaba tratando de ver a Jungkook.

Eso apesta sobre todo, que estaba trabajando tanto y Jungkook estaba tan ocupado con la escuela y el lacrosse y siendo un estudiante universitario normal. El departamento de Taehyung terminó estando muy lejos del campus, a cuarenta minutos en metro, y a veces pasaban semanas enteras sin verse. Lo cual se sentía ridículo, porque vivían en la misma maldita ciudad, pero aun así terminaron teniendo una especie de relación de pseudo larga distancia que ninguno de los dos había imaginado cuando Taehyung aceptó el trabajo.

Cuando Jungkook se graduó, Taehyung estaba aliviado y preocupado. Recibió una oferta de JP Morgan, para sorpresa de nadie, porque era un genio y perfecto y la empresa habría estado loca si no lo contratara. Taehyung estaba feliz de quedarse en la ciudad; hubo un mes horrible y desgarrador en el que estaba considerando seriamente un trabajo en Chicago, y Taehyung se sentía enfermo cada vez que hablaban de eso.

Pero afortunadamente, se quedó. Taehyung realmente contempló pedirle a Jungkook que se mudara con él, pero decidió que eran demasiado jóvenes y, de todos modos, todavía vivía con Jimin. Jungkook consiguió un departamento con dos muchachos del equipo de lacrosse, a solo unas pocas cuadras del de Taehyung, y podían verse casi todas las noches.

El contrato de dos años de Taehyung finalizó a fines de agosto y tuvo que decidir si se quedaba o se iba a otro lado. Jungkook se guardó su opinión en su mayor parte, hasta que Jin, que ahora trabaja como escritor de tiempo completo para la sección de economía del WSJ, mencionó que conocía a alguien en Vogue que buscaba un coordinador de marketing.