Quise odiarte por eso.

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Sin que ninguno se diera cuenta, ya había pasado un mes. El mes que habían tenido de tiempo para ajustar todo lo necesario para el gran momento de la presentación.

Hoy es la última práctica en el taller de música, la cual es más conmemorativa de lo que Jimin había esperado, ya que realmente ha entablado una buena relación con sus compañeros. Incluso se ha aprendido el nombre del otro chico que apoya en los coros: Sungwoon. 

—¡De verdad fue un ensayo perfecto! —exclamó una voz femenina bastante conocida a sus espaldas—. Pero esto no sería posible sin usted, Yoongi-nim.

El nombrado solo negó con la cabeza, mientras sonreía con timidez hacia las teclas del piano.

Y es con ese gesto que Jimin recuerda que la única persona que no le terminaba de agradar de allí, es Yongsun.

—Sin todos nosotros en realidad —replicó en alto, haciéndose notar rápidamente—. Fue un trabajo en equipo, no lo olvides. 

Es la forma en que lo dijo lo que llamó la atención de todos en la sala de música. En especial la de Yoongi, quien no entendía por qué de repente Jimin se ponía tan a la defensiva, pero el profesor Kim intervino enseguida.

—Es cierto, pero ya basta de charlas que ahora lo que necesitan es descansar. —Miró a Yoongi—. Quiero hablar contigo en privado para organizar los últimos detalles de la presentación.

Este asintió al levantarse de la banqueta del piano, mientras el resto de estudiantes fueron saliendo del taller en el transcurso de los minutos. Menos el par de chicas que siempre acompañan el vocal de Jimin porque no podían entender esa actitud tan cambiante que tenía.

Bueno, al menos una de ellas no.

—Jimin-ah.

Jimin giró ante el llamado de Yongsun con el rostro inexpresivo, mientras Hyejin los veía desde una de las esquinas del salón, estando completamente atenta a su interacción.

—¿Sí, Yongsun noona?

—¿Podemos hablar por un momento? —le preguntó ella en tono suave, pero nervioso a la vez. 

Jimin tensa sus labios. Si hablaban en ese momento, no actuaría de la manera más amable y eso no era correcto. Además de tener una imagen que aún debe mantener, ella realmente no merecía cargar con su mal humor.

—Lo siento, pero estoy muy apurado. De verdad-

—¿Por qué te comportas así conmigo? —lo interrumpió ella, sin querer alargarlo más—. ¿Acaso he hecho algo que te molestara?

Jimin trató de que no se notara que tuvo que forzarse en pasar saliva para poder contestarle.

—Claro que no, ¿por qué lo dices?

—¿Por qué lo digo? —El rostro siempre risueño de Yongsun se vino abajo—. Primero eres amable conmigo, pero luego, de la nada, te vuelves frío y cortante y no entiendo por qué, yo no te hecho nada, ¿o sí? —Suspiró—. La verdad no lo entiendo. —Agachó su mirada—. De todas formas, te pido disculpas. Sea que lo sea. No fue mi intención hacerlo.

Jimin se quedó en silencio. ¿Qué manía tenía la gente con atribuirse cosas con tal de no lastimar a otras personas? En verdad no lo entendía.

—Yongsun-

—Ay, por favor. —Hyejin dejó de fingir que seguía guardando el bajo dentro su estuche para ir hacia ellos—. Ya basta de dramas y menos por un chico. Es penoso.

—¿Un chico? —Yongsun se siente aún más confundida.

—Es evidente que Jimin está así porque piensa que te gusta Yoongi-ssi.

Alianza Equivocada | yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora