The Apocalypse 13th

En lo profundo del castillo de espinas, continúo durmiendo en soledad.

¿A voy a soñar esta noche? Una princesa bajo una maldición.

Ella siempre amó las historias de princesas, llenas de fantasía, donde constantemente se luchaba una guerra entre el bien y el mal; un príncipe, siempre muy apuesto, salvaba a una princesa en peligro y ambos, al final, se enamoraban y vivían el resto de su vida juntos, regocijándose en su amor. Pero, en la vida real no pasaba eso.

No había luchas entre bien y el mal, porque no sabías qué era malo y qué era bueno. Todo estaba mezclado, sin posibilidad de diferenciarlos. La única lucha que ella alguna vez luchó, fue contra sí misma.

Y perdió.

Ella siempre tuvo unos pensamientos muy extraños. "¿Por qué estoy viva? ¿Acaso tengo un propósito en este mundo? ¿Y por qué tuve que nacer aquí? ¿Acaso fue decidido por alguna deidad y fue mera coincidencia?

¿Vale la pena vivir?"

Después de analizarlo mucho, se dio cuenta que odiaba su vida, la sociedad y casi a todo el mundo, en general. De a poco, ella fue de cayendo, en depresión y se escondió en un lugar que nadie jamás la encontraría.

En el mundo de los sueños.

En el extraño bosque del sueño, conocí a una persona realmente adorable

Con temblorosos y frágiles ojos, mi corazón fue robado.

Dormía cada vez que podía: en clases, durante los recreos, no más llegar a su casa... Dormir era so consuelo, porque era como morir un ratito.

Sus sueños, aquellas escondidas fantasías, llenaban a su corazón de una calidez comparada a la del sol. Y siempre trataban de lo mismo: ella se en un bosque lleno de enormes y verdes árboles, y por algún lado, había un río. Por aquí y por allá había pequeños animalitos, quienes le hacían compañía. Ella era realmente feliz en esos escasos momentos.

Y un día, conoció a un chico, en su mundo de sueños, por más estúpido que suene.

Se había dormido en el momento que se recostó en su cama y en aquel mundo donde lo imposible es posible, empezó a caminar. Se encontraba en el bosque, como siempre. Vestía un sencillo vestido blanco que le llegaba a las rodillas. Sus ojos (C/O) visualizaron un pequeño... ¿Gatito? No. Era un bebé tigre. Llegó hasta él y lo tomó entre sus pálidas manos. El tigrito se removió inquieto entre sus brazos. La chica rió ante las acciones del felino, le parecía demasiado adorable.

Tomándonos de las manos solemnemente, como observando un espejo.

Sabíamos que solo era un sueño fugaz,

Pero aun así ansiamos ese momento de éxtasis.

Un chico de cabellos pelirrojos la observaba escondido detrás de un árbol. Él hacía unos minutos que había estado jugando con el cachorro de tigre, pero este después salió corriendo y la de cabellos (C/C) lo encontró. Él, en primera instancia, se había molestado, porque ¡la chica le había arrebatado su cachorro! ¡¿Qué no se suponía que él tenía control sobre sus sueños?! Pero su enojo desapareció tan rápido como apareció al ver a la chica reír. El pelirrojo sintió como su corazón daba un vuelco y como sus mejillas se sonrojaban al ver tan adorable acción. Quería hablarle... ¡Y lo haría! ¡Por supuesto que sí! ¡Era su sueño y podía hacer lo que le daba la gana porque!... Era su mundo, ¿no?