UNICO

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Era una noche triste en las calles de Montecarlo, casi como todas desde el día en que Carlos dejó solo a Charles, este llevaba dos años en ese mismo piso donde llevaron viviendo 5 años de relación donde cada día era más bonito que el anterior.

Hasta que un día Carlos decidió irse sin mirar atrás, ese día que le dijeron que era piloto de Redbull después de años, dejando al amor de su vida sin una nota aunque sea.

Claro Charles sentía tanta pena y depresión que no quiso volver a verlo, dejando el mundo de la fórmula 1 en el acto, no quería saber nada de ese deporte avaricioso que lo dejó sin lo único que lo hacía pensar que todo estaba bien.

Ese día después de dos años, las puertas de su casa se abrieron, sabiendo que solo podria ser el, mientras este miraba por el ventanal del lugar donde vio como su refugio por los últimos años.

No miro en ningún momento al ser que estaba en la puerta del apartamento, solo fijaba su mirada en esas gotas de lluvia helada las cuales traspasaban su cristal sin tener ningún orden, sabía que este día iba a llegar pero no sabía como reaccionar.

Por un momento pensó que iría a recoger algunos de sus estúpidos premios que aún guardaba encima de su piano, pero claro estos fueron tirados a la basura hace años, como casi todos los recuerdos de ambos, espero un tiempo hasta que volvió su cabeza, viendo como el hombre solo le sonreía con esa mirado de superioridad que siempre le gustó tener encima antes de tener sexo con el cada noche.

-Coge lo que necesites y largate ahora mismo- Dijo volviendo su cara de nuevo hacia el ventanal, esperando que fuera hacia cualquier habitación para luego irse lo antes posible.

-No vengo por nada material, vengo por ti- Dijo mientras oía sus horribles zapatos de punta rechinar contra el suelo de madera, siempre odio ese tipo de suelo, pero Carlos siempre insistió en el, decía que asín se sentía más acoquejoder.

-Ya claro, por eso has tardado dos años en venir, será mejor que te larges, estoy más feliz lejos de ti Carlos- Dijo para mirar hacia el, este avanzo considerablemente hasta estar cerca de Charles, mientras el solo deseaba que desapareciera de su vista.

-Charles te prometo que te lo explicaré, pero ahora solo hablemos como antes, te prometo que te compensaré por todo este tiempo mi vida, piensalo mi amor volver a nuestra casa los dos juntos de nuevo- Dijo con sus palabras vacías, esas que hacían que su estúpido corazón confiara en el, esas que le decía cada noche antes de dormir.

-Carlos está casa ya no es tuya y mi vida ya no es la tuya, así que vete antes de que sea peor y decida perder la cabeza- Dijo ya arto de sus mentiras para volver a mirar la lluvia en el cristal.

Cuando menos lo espero Carlos agarró su pelo levantandolo del lugar pegándolo contra el ventanal del apartamento, mientras con su otra mano libre bajo a su cadera la cual el elevó hacia su entrepierna rozandola con necesidad.

-Siempre me quisiste para esto, ¿verdad?, siempre preferiste a Norris para el afecto y a mi para el sexo- Dijo con su mejilla pegada al cristal y su culo razando su creciente erreción, este al momento se acerco a su cuello, rozando su nariz, casi oliendo la piel contraria como un perro a su dueño, pero ellos siempre fueron una relación más al contrario.

-Charles, siempre te a amado, pero me sacas de quicio siempre que te pones asi- Dijo para empezar a rozar sus caderas simulando penetraciones sobre sus ropas- Charles por favor, aunque sea dame esta noche para compensar el tiempo perdido-dijo sin parar la fricción entre ambos casi convirtiéndose en algo necesario para el-

Este no espero su respuesta para bajar sus pantalones casi sin el consentimiento contrario, no sabía si esto era abuso o violacion pero ambas eran iguales para el en este momento, dejó su culo expuesto a él, casi como si fuera lo mejor que a visto, empezó a tocarlo con su mano, mientras la otra aún era presionado contra el cristal.

-Si lo vas a hacer hazlo rápido y sal de mi casa- Dijo poniendo sus caderas más cercanas a su pene, razando su bulto con el culo ya descubierto- que sea rápido.

Sin mucho argumento Carlos bajo de cierre del pantalón sacando su pene masajeandolo, acercando su punta a la entrada de Charles, la cual llevaba años sin saber que se sentía un pene entre sus piernas.

Carlos metio la punta de esta, Charles siempre fue de ese tipo de chicos que sin lubricarlos ya engullian una polla dura, pero ahora se sentía totalmente diferente, casi no podía ni con su cabeza, sin escuchar quejidos de dolor de este.

-Siempre has sido tan puro, sabía que no lo harías con nadie que no fuera yo- Dijo en su oido casi entrando como aire fresco en el- Charles eres virgen de nuevo, quien te lo iba a decir- Dijo para finalizar riendo en su oreja para luego morder su lóbulo, recibiendo un gemido de la parte contraria, para luego presionar un poco más su entrada con su pene ya duro entre su agujero-

Carlos ya harto de tener solo la cabeza dentro decidió entrar rápidamente dentro para ahorrar el dolor posterior, estuvo un tiempo sin moverse casi como una estatua hasta que Charles empezó a empujar sus caderas hacia atrás con necesidad.

Cada vez la lluvia era más fuerte en Mónaco y lo cara de Charles se pintaba con las gotas cada vez más grandes y estás se empezaban a mezclar con las suyas de placer, después de años sin ser tocado por ese hombre que lo hacía sentir bien.

Carlos tenía un ritmo cómodo dentro de Charles, quería degustar ese cuerpo que hacía tiempo que no tocaba ni sentía estar dentro.

Una cosa era cierta, siempre amo este lado de Charles, era el hombre perfecto para tener sexo.

Siempre fue el más guapo de los dos, pero también siempre fue el más frágil de los dos, haciendo que que quisiera follarlo desde que toco por primera vez ese asiento en Ferrari.

Después de un tiempo decidio jugar más con la velocidad de sus embestidas dentro de él más joven, recibiendo gemidos agudos del contrarío, Charles siempre fue con el como una puta necesitada de un hombre dentro de él.

Y ahora solo deseaba no terminar nunca dentro de él.

Charles después de un tiempo bajo más su pantalón con su mano, empezando a tocarse al mismo ritmo que Carlos estaba follandolo.

No pensó en ningún momento en que pensaría si la gente viera que desde la ventana del apartamento podrían ver a Charles siendo empalado por Carlos, sería la noticia del momento y seguramente la escena más porno del siglo.

Al rato Carlos ya estaba apunto de terminar y vio esa mano de Charles que casi no podía con su fuerza, se acordaba de como Charles siempre intentaba masturbase y siempre acababa haciéndolo el por Charles.

Asi fue que bajo su mano a su miembro y lo masturbo casi a la misma velocidad de sus embestidas que cada vez eran más duras y profundas.

Mientras Charles seguia con su vista en la lluvia y preguntándose como es que fue tan débil de caer de nuevo en sus chantajes.

Se vio reflejado en el cristal y sonrió viendo como Carlos lo follaba con dureza con esa cara de concentración que tanto le hacía reír, mirando su culo y mordiendo su labio de vez en cuando.

Cosa que hizo a Charles correrse al momento y al poco tiempo sentir ese líquido chorreando de su culo y muslos.

Se incorporó poniéndose recto y subiendo su pantalón al instante, para mirar a Carlos que aún no se recuperaba, con su pene fuera y su frente llena de sudor apoyado en una mesa.

Charles fue directamente a él y agarró si pene con fuerza, recibiendo un gruñido como respuesta.

-No te quiero volver a ver nunca más- Dijo sin quitar su mano y viendo por este volvía a crecer en sus manos- aunque.......- levantó su mirada recibiendo una sonrisa ladeada de Carlos- Solo una vez más......

Carlos cogió a Charles del mentón para volver a besarlo después de dos años de espera.

Sabía que le debía explicaciones pero sabía que estas podrían esperar un poco más.

Fin

HEAVY RAIN- CHARLOS ONE SHOTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora