Esta anécdota lleva tiempo pero la contaré.
Resulta y resalta que cuando estudiaba psicopedagogía (énfasis en el "estudiaba" porque valí berenjena y me dí de baja en el segundo semestre de la carrera) tenía clase de metodología y se me andaba haciendo tarde, me bajé del taxi después de pagar y caminaba normal hasta que a mí pie le dió por doblarse.
(Literalmente igualito que el meme)
Y que azotó peor que jabón de preso cuando se baña a unos cuantos pasitos de la entrada de la universidad, tan fuerte fué la caída que hasta las dos chicas que estaban afuera me preguntaron si estaba bien y el pobre vigilante que era chaparrito corrió a ayudarme (en ese momento estaba muriendo de vergüenza), total llego casi chillando de dolor al salón... ¡Y la chingada clase se había cancelado, y avisó en el grupo la maestra justo en el momento en que azoté como vaca!
Nomás fuí a caerme a la universidad sin saber que no tendría la primera de ese día y terminé con una sensación cálida en la rodilla izquierda junto con un moretón grande y otro más chico en la rodilla derecha.