D O C E

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CAPÍTULO 12

(In)Humanidad


Taehyung no recuerda mucho respecto al baño. Se siente fresco, su cabello está mojado, pero apenas cuando su nariz detecta un aroma a frambuesa y vainilla, comienza a parpadear. Su mirada se enfoca en el omega rubio, quien con suavidad le ofrece un té de hierbas frescas, que tiene como intención relajar al príncipe. Taehyung no lo bebe. Ni siquiera levanta el rostro de la almohada. Su cuerpo adolorido, y su corazón triste, le recuerdan lo mal omega que es, y vuelve a llorar.

Silenciosas lágrimas ruedan por las mejillas, y su aroma a flor de azahar se vuelve agrio.

Jimin se arrodilla frente a él, apenas tomando su mano.

El rubio omega llora en silencio, impotente de ver a Taehyung tan roto.

Taehyung no lo ve. Se sume en su vergüenza. Se siente pequeño, traicionado y el peor de los omegas, sufriendo por un destino que conoce.


"¿Cómo pudiste atreverte a soñar?", se reprocha.


Esta es su vida, un omega no debería sentir. Entonces, ¿por qué duele tanto?

Pronto los ojos se cierran, demasiado cansado. Siente que su cuerpo se mueve, pero no le importa saber a dónde le llevan. Inclina la cabeza resignado, sintiéndose tan inútil y sucio, que no vale la pena respirar, pero lo hace, cuando un aroma a mandarina se siente débil, y familiar.

Es increíble cómo la naturaleza omega funciona.

Su alfa ha maltratado su cuerpo, pero a su omega lo único que le consuela es ese aroma a mandarina y sándalo que acaba de detectar.

Su omega despierta, abre los ojos y muestra los zafiros, rogando mostrar su cuello al alfa y pedir perdón por no poder soportar el calor de su alfa, por no ser un buen omega y sólo desea que le marque de nuevo. Que lo hiera, pero jamás lo deje.

Sin embargo, Min Yoongi no está ahí, y ese aroma es porque de alguna forma han llevado su débil cuerpo a la habitación del rey.

El omega de Tae pronto toma las mantas del lecho real y las acomoda de forma desordenada. Su cuerpo desnudo se cubre del aroma débil a mandarina y suspira resignado desde su improvisado nido, mirando a Jimin y al resto de los sirvientes, que al notar las acciones del omega, se han quedado prácticamente fuera de la habitación.

Es una regla, que nadie entra al nido, sin invitación del omega.

Taehyung pronto les da la espalda. Y todos, suspirando resignados, deciden dar la vuelta.

Jimin, deja junto a una pequeña mesa un cuenco con fresas frescas. Puede sentir a Taehyung gruñir ante su acción.

El rubio solloza y abandona el lugar, rogando porque su pareja regrese pronto.

Sale al atrio todavía hipando, dejando que la lluvia empape sus ropas y sus ojos.

Llora por el príncipe, un alma inocente que no merece sufrir. Pero también llora por Yoongi, su amigo y mayor al que siempre admiró, y quien sabe, estará sufriendo tanto o más que el pequeño omega. Si Jimin reconoce una sola debilidad en su hyung es el pánico de sentir, que era una bestia.

Y frente a los ojos de su pareja, el rey se convirtió en una.

Jimin se hinca, sin importarle manchar su elegante hanbok naranja. Libera su aroma y llama a su pareja a través del vínculo.

Mi Alfa Bestia {YOONTAE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora