EL NIDO DEL CUERVO

YOLANDA PASCUAL

Al día siguiente me he dedicado a pasar un poco de tiempo con mi hermana, nos hemos reído un poco de los últimos acontecimientos con Paul y hemos  hablado sobre nosotras y cómo sería recuperar nuestros recuerdos.

— ¿ Por qué será que papá no deja que veamos fotos de nuestra madre?

— No lo se, quizás no sirva de mucho pero a mí sí me gustaría saber cuál era su cara, aunque no sienta nada al verla, sabes a veces me la imagino y siempre que lo hago es parecida a ti.

— ¿ A mí? Pero si somos casi iguales.

— Pues si, pero me refiero al cabello rubio, ojos grandes y bonitos que le transmitan cariño a quien les mire, no se tu pero así me la imagino.

— Yo trato de no hacerlo, no lo sé pero a pesar de haber perdido la memoria siento que esa mujer nunca existió.

— Pero de algún lado habremos salido ¿no crees?

— Si, pero… ay no lo sé Inés, es complicado, a ver pasemos a otro tema, ¿aún no hay ningún chaval que te llame la atención?

— Bueno… no sé si me llama la atención de esa forma, pero desde que llegó hay algo que me atrae como un imán hacia el.

— Wow… Inés Mendoza hablando así de alguien, vale, dime quién es, ¿le conozco?

— Si… le conoces, es León.— dios.

— ¿León? ¿el mismo León en el que estoy pensando?

— Si.— he guardado silencio un rato asimilando la situación.

— Vale.— suspiré.— mira Inés la verdad es que no me voy a meter en lo que hagas y si te mola el profesor, pues muy tu rollo, solo ten cuidado ¿me lo prometes?.

— Te lo prometo.

— Okey, igual es muy mono, el otro día en la noche me pillo por los pasillos y no me reportó, quizás quería ganar puntos como cuñado.— Inés me ha dado un golpe en el hombro y volteo los ojos.— jajaja vale vale ya he entendido, no chistes sobre el.

Veníamos bajando las escaleras cuando Inés se quedó atrás mirando hacia un lugar, he Mirado hacia allá y he visto a León caminando rápidamente había nosotras, bueno hacia Inés, está última comenzó a bajar las escaleras junto a mi, me percate que al final de estas estaba papá, ardería el infierno en la tierra si ese hombre se entera de lo de esos dos así que como buena hermana que soy lo distraje para que no se diera cuenta de la situación.

— Papii.— me he abalanzado a abrazarlo y este le dio la espalda a Inés.

— Jaja, parece que alguien está de buenas hoy.

— Ay papá solo me alegro de verte.— se rio y me beso en la cabeza para voltear hacia Inés.

— ¿ Que pasa corazón? ¿ Todo bien?

— Si.

— ¿Tienes algo que decirme?

— No papá, para nada solo venía a saludarte como mi hermana, Ya hemos hablado con Fran, estamos bien.

— Bueno papá, tenemos que seguir con nuestras cosas, ya sabes cosas de la escuela, hasta pronto.— ambas le hemos dado un beso en la mejilla y nos hemos ido, cuando estábamos a una distancia prudente Inés ha sacado un papel de su bolsillo y luego se ha girado hacia… León.

— ¿Que dice?

— Luego te cuento ¿Si?

— Vale.— me ha besado la mejilla y se ha ido, estos dos se traen algo y me pica la curiosidad pero esperaré a que mi hermana esté dispuesta a contarme lo que pasa.