•Rafael The Psycho and Hope Mathias•

¿Cuanto tiempo paso?, ¿un día?, ¿una semana?, ¿un mes?. No lo sabían con certeza cuando despertaron... O bueno; Rafael, fue el primero de los dos en despertar...

Lo despertó un extraño sueño que tenía mientras estaba ¿inconsciente?... Estaba el... Rafael Mernez Slayer, con su hermano gemelo Mathias Mernez Slayer, volviendo a casa platicando de algo, todo era borroso para el...
Al llegar una reja estaba abierta, a Rafael le extraño mucho eso, al entrar a la puerta principal encontro a quien supuso qué eran sus padres bajo un charco inmenso de sangre, al igual que la servidumbre, Mathias y Rafael quedaron con caras de terror y asco, al ver toda esa sangre y esas sonrisas cortadas en sus rostros. Fueron corriendo subiendo las escaleras en dirección a lo que parecía su habitación buscando con desesperación sus teléfonos qué se quedaron en casa para llamar a la policía, pero alguien golpeaba la puerta al darse la vuelta un chico de capucha blanca manchada de sangre, levanto el cuchillo y atacó a Rafael y antes de perder el conocimiento vio a Mathias siendo atacado por el mismo pero al final fue derrotado por ese maldito...

Una vez más volvía a despertar mareado, le dolía la cara, como si me la hubieran cocido o algo parecido, pero sentio un olor a humo, había fuego, quería levantarse para reaccionar pero no lo logró, termino cerrando los ojos...

En ese extraño sueño se desperto de golpe, le costó reconocer el lugar, ¿había terminado en el hospital?. Intentando levantarse de la camilla, su vista estaba medio borrosa se sentía mareado, intento relajarse un poco, pero cuando aclaro la visión noto que tenía vendas en los brazos, piernas y en la cintura y pecho, menos en el rostro, se levanto con las pocas fuerzas que tenía en dirección al espejo y al verse la cara, quedo petrificado...
Su piel se torno pálida casi blanquecina, su pelo era negro como el carbón y algo áspero como el cuero y sus ojos aparte de las ojeras, eran de un azul marino opaco, pero lo que más le asustó fue la sonrisa cicatrizada en el rostro, una sonrisa como la de sus "padres" en ese sueño... En eso se le vino un recuerdo, el asesino qué intentaba matarlo, cuando lo inmovilizo, al verle la cara tenía la piel blanquecina, pelo oscuro, pero su rostro demacrado era horrible y temible, tenía los párpados quemados y esa sonrisa de oreja a oreja, le dejo un "símbolo" de el...
En eso se acordo de Mathias fue denuevo a las camas y ahí estaba, aun dormía, al verlo tenía la misma cicatriz en el rostro qué el, esa sonrisa de oreja a oreja como la de el, pero ¿quien era el?, ¿Porque a nosotros?, eran preguntas que rondaban por la cabeza de Rafael sin respuesta alguna.
En eso recordo, tenía a unos hermanos más, aparte de el y Mathias... El pequeño Manuel, Reicher, Elena, Cameron y... Skynler....

-Mis hermanos...¡¿Donde están mis hermanos?!, ¡¿DONDE ESTÁN?!

Sin darse cuenta Mathias despertó de golpe al ver a Rafael en estado de pánico, reaccionó de inmediato, y fue hacia el intentando calmarlo, al verlo a la cara se quedo pasmado, Rafael tenía una cara de asombro, ambos tenían las mismas características del otro, lo que más resaltaba, era esa cicatriz de la sonrisa de oreja a oreja. No entendían nada, lo último que recordaban era del asesino de la capucha blanca y el incendio, pero aún tenían una duda... Cuando sucedió el incendio, ¿quien los salvo?, ¿donde quedaron Reicher, Elena, Cameron, Skynler y Manuel?, por más que hacían esfuerzo en recordar no lo conseguían, los recuerdos eran borrosos...

Al darlos de alta, ambos decidieron volver a la casa... Donde inicio ese trágico día... Al llegar al lugar al cual era considerado un "hogar" estaba quemado, apenas con algunas partes de la casa, lleno de tablas y cintas policiales. Ambos hermanos entraron por una ventana rota, al entrar todo estaba cubierto de quemaduras, sangre seca, polvo y humedad, al revisar la fechas en las qué fueron internados en el hospital, se dieron cuenta que fueron internados 3 meses, había terminado en coma 3 meses, fueron hacia su antiguo cuarto y al abrirlo su habitación estuvo casi quemada por completo, tomaron una mochila y recogieron lo que pudieron, lo que aún no fue consumido por el fuego.