Pecados (SasuNaru)

ＩＶ． Ａｍｅｎａｚａｓ

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𝓝𝓪𝓻𝓾𝓽𝓸

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Los años para la inesperada pareja pasaron rápidos en una cómoda y frágil soledad.

Camille se quedó a vivir en casa de su primo Morgan y sus tíos. Las visitas a esa casa por parte de Alonso se volvieron frecuentes; aún más frecuentes cuando solo Camille estaba en casa. Alonso no pudo evitar ver a la cautivadora chica cuando se desnudó en su habitación con la puerta abierta a propósito y mucho menos caer en sus encantos, en sus caricias y en sus susurros de placer; un placer que por primera vez entregaba con su cuerpo de hombre.

Alonso la llevo a su casa y la tomo por esposa. Parecía que era un hombre un normal, enamorado normalmente de una hermosa y fogosa mujer que calentaba su cama cada noche como cualquier hombre del lugar; con ella él se sentía normal.

- ¿Es necesario que vayas?

- Ya te dije que sí. Mi tía lleva insistiendo semanas con ir hasta Cruces y no puedo posponerlo mas

- El cielo augura cosas malas -menciono Alonso mirando el cielo desde la puerta

- Tu y tus poderes de hechicero -se burlo la mujer palmeando su mejilla

- Lo digo enserio -detuvo el rubio y sujeto ambas manos de su mujer sobre su pecho con la mirada seria- Nunca me he equivocado en leer los cielos

Se asomo y respiro profundo disfrutando el fresco aire y contemplando las blancas nubes pegadas en el firmamento claro.

- ¿Pero cómo un día tan bello puede augurarte malas cosas?

- Estamos en las puertas de los días de lluvias; un día así es imposible para estos días

- ¿Solo eso te dice que cosas malas pasaran? -pregunto ella llamando la atención de su primo Morgan que venia a paso lento en una mula

- No me crees ¿verdad?

- No es que no te crea. Me preocupas ¿Por qué todo siempre tiene algo negativo contigo? ¿Por qué el sol te dice cosas malas y el cielo maldiciones?

Camille tomo las manos de su esposo y las beso con ternura para luego besarlo

- Yo siempre vuelvo a casa y esta vez será igual ¿Me dejas prometerlo?

El rubio abrazo a su mujer con fuerza ¿Qué le pasaba? ¿Por qué esa inquietud tan profunda?

Morgan y Camille se marcharon antes de mediodía y Naruto se quedo solo en casa. De los 9 años que llevaban juntos Camille nunca pudo quedar embarazada a pesar de tantos intentos y remedios que buscaron; ambos se habían resignado, en especial Naruto que aunque no tuviera un hijo carnal podía convivir con niños cuantas veces quisiera. Esa era de sus cosas favoritas de la vida.

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𝓢𝓪𝓼𝓾𝓴𝓮

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El rey se mantenía ocupado.
Siempre dirigiendo, siempre vigilando y siempre inspeccionando.
Hace apenas unas semanas su hijo había nacido y las celebraciones estaban terminando, rindiendo culto al futuro rey de las Bestias.

Nagato siempre estaba su lado aconsejándole asuntos que solo su padre manejaba. Los 6 grandes pueblos que siempre convivían en paz fueron alterados por el asesinato de Madara, el mejor líder de todos según los jefes. Fue difícil para Sasuke asumir el papel de su padre frente a maldito viejos que lo llamaban por el nombre de su padre y le preguntaban cosas qué solo Madara sabia. Eran un autentico dolor de culo sin tomar en cuenta lo molesto que podía ser escuchar la voz de una mujer humana hablar a lo lejos en su cabeza; no podía quitarle la atención en ningún momento aunque muchas veces la ignorara totalmente.