SINCE I SAW YOU [changlix]

05.

Felix estaba en shock, no podía creer que su plan habia funcionado, y muy rápido para ser sinceros. Lo tenia frente a él y podía ver su rostro de cerca.

Y ahora si lo podía ver bien.

Ojos oscuros y brillantes como la noche, mandíbula bien definida, algo que le sorprendía, piel hermosa, pestañas largas que tocaban la piel de sus ojos, casi de su tamaño y ni hablar de su voz. Podía ver en su mirada que estaba un poco asustado y nervioso.

Y aunque el también estaba nervioso trató de hacer un esfuerzo para aligerar el ambiente.

—¡Hola! me llamo Felix— respondió con una sonrisa, haciendo que el pelinegro pudiera apreciar como sus pecas resaltaban en toda su piel— Mi amigo Jeongin es el que fue a tu casa. ¡Que bueno que viniste a jugar niño nuevo!

—Changbin, mi nombre es Changbin.

—Lo siento Changbin, no sabíamos que la señora Moon tenia un nieto, y cuando nos enteramos te quisimos invitar a jugar. Todos jugamos juntos y somos amigos. Si quieres te los puedo presentar— quiso acercarse para llevarlo con los demás niños.

—No gracias, puedo presentarme mientras estemos jugando— y Felix no se acercó.

—Oh bueno... esta bien, nosotros solo estábamos esperando a-

—Mi mamá me dijo que iba cocinar sopa para la cena ¿puedes creerlo? No le basta mandarme a dormir temprano, yo creo que me odia— se escuchó la voz de Jeongin, no se había dado cuenta que Changbin estaba ahí y seguía parloteando— Voy a hacer una huelga, si, y tu me vas a ayudar.

—Jeongin.

—¡Ah! Y que no se te olvide, hoy me voy a vengar de Hyunjin. ¿Viste como quedaron mis rodillas? ¡Se pusieron moradas! ¡Ese niño tonto no me cae bien!— Jeongin seguía hablando.

—JEONGIN— el pecoso alzó la voz.

—¿Por qué me alzas la voz?— reclamó Jeongin indignado.

Felix señaló con su cabeza a Changbin.

Jeongin estaba rojo de la vergüenza, no se habia dado cuenta y pensó que solo se estaba quejando con Felix.

—¡Si viniste! Que bueno, veo que ya conoces a mi amigo Felixie, alias pecas— haciendo que el mencionado se pudiera rojo por el apodo— Espero que te diviertas con nosotros, vamos a ser amigos— sonrió.

Al escuchar la palabra amigos Felix se animó, el también quería ser amigo de Changbin. Y si Changbin salía a jugar con ellos más seguido, las probabilidades de que eso sucediera eran muchas.

Los tres fueron a reunirse con los otros chicos que jugaban, entre ellos conoció a Hyunjin. Jeongin le habia dicho que estaba molesto con él ya que por su culpa el se habia caído y raspado las rodillas. El pelinegro soltó una pequeña risa porque veía que de todos los chicos que estaban ahí, él era uno de los mayores.

También conoció a Chan, tenia su misma edad así que se llevaron bien desde que se presentaron, él tocaba la guitarra y el piano. Por un momento Changbin se emocionó, tal vez podría tener a alguien con quién hablar de música.

Pasó la tarde y después de que Changbin se presentara con todos, empezaron a jugar.

La pasaron tan bien que se les fue la noción del tiempo. Siendo ya las siete de la tarde mientras el sol se escondía entre las montañas. Algunas mamás empezaban a salir de sus casas para llamar a sus hijos.

Los chicos se empezaron a despedir y cada uno de iba yendo a sus casas. Changbin, Felix y Jeongin fueron los últimos que quedaron.

—Estoy enojado no pude vengarme de Hyunjin— dijo Jeongin con molestia.

—Jeonginnie déjalo asi, vas a ver que un días de estos se va a caer, ten fe— dijo tratando de calmar a su amigo.

—Acuerdate que mañana voy a tu casa para irnos juntos a la escuela, espero que la profesora me ponga un 10, me esforcé mucho en pegar y decorar esas imágenes— su amigo era todo un caso.

Felix río. Queria mucho a Jeongin, era como su hermano. Hacian todo juntos y el lo abrazaba cada vez que se acordaba de su madre.

Desde que conoció a Jeongin. Felix empezó a experimentar el cariño y amor de un hermano, el lo sentía así. Cada vez que sus abuelos tocaban el tema de su mamá y le preguntaban como estaba al respecto, Felix sonreia, decía que la extrañaba pero comprendía que ella se fue para trabajar y tener un buen futuro para ambos. Lo que sus abuelos no sabian era que Felix lloraba todas las semanas por su mamá, anhelando un abrazo suyo, a veces sentía odio, otras veces tristeza, otras veces confusión. Si bien su mamá le dijo que iba a trabajar mucho para después llevarlo con él, Felix no le creía del todo. Por eso solo lloraba y se desahogaba con Jeongin, a pesar de su corta edad Felix no era tonto, y se sentía un poco abandonado.

Jeongin lo hacía reir, lo acompañaba y lo abrazaba cada vez que se sentia triste.

En realidad entre los dos se acompañaban y se sostenían. Jeongin tampoco podía sin Felix.

Eran estos dos pequeños contra el mundo. Felix siempre estaría para Jeongin y Jeongin siempre estaría para Felix.

—Le diré a mi abuela que no te deje entrar si vuelves a llegar a mi casa gritando como la otra vez— sentenció recordando ese día, se habia despertado de un susto.

—Uh, yo me tengo que ir, muchas gracias por invitarme a jugar, la pasé bien— dijo Changbin, en verdad la había pasado bien.

—Que bueno que te divertiste, espero que vuelvas a jugar con nosotros mas seguido—Felix le sonrió.

—Que bueno nuevo amigo, sigamos así y pronto de uniras a nuestra fuerza contra verduras.

Changbin no entendió, pero igual dijo que sí.

—Adiós— se despidió, dejando a Felix y a Jeongin.

Aunque al principio Changbin fue desconfiado y frío, Felix lo entendía, no conocía a nadie y todo era nuevo para él, sumando que al haberse mudado con su abuela era un nuevo hogar y tendría que ir a una escuela nueva. Felix esperaba que esta nueva etapa por la que estaba pasando Changbin le fuera bien, y si necesitaba algo, el estaría dispuesto a ayudarlo.

Vieron como Changbin entró a su casa y decidieron ir caminando lento a las suyas, no querían que acabara ese día. A Felix le encantó jugar y conocer a Changbin que hasta ya lo nombraba su amigo y Jeongin no quería que ese día acabara por tendría que ir a la escuela mañana.

—Que suerte que Changbin vive al frente de tu casa, podrías hablar con el mas seguido, me cayó bien— comentó Jeongin.

—A mi también me cayó bien, quiero que seamos buenos amigos— estaba feliz pensando eso.

Se despidieron y se fueron a sus casas, mañana sería un largo día.

...