Pues los días pasaron y el tan esperado sábado llegó. Desde el día anterior ya estaba pensando en mi outfit, en mi peinado, en el maquillaje e incluso me iba a pintar las uñas en combinación a la ropa que me iba a poner. Lo tenía todo planeado, pero nada, absolutamente nada salió como yo me lo esperaba.
Desde que amanecí, me levanté con el pie izquierdo, de verdad que sí. Casualmente no había agua en mi casa, tuve que esperar un siglo para asiárme. Cuando pusieron el agua mi mamá empezó con la agitadera, que me apurara en el baño, que me apurara haciendo el desayuno, que limpiará, que los ayudara a no sé que, siempre se antojan en hacer todas las cosas el sábado.
Cuando por fin salí de todo eso, fuí a donde la muchacha de las uñas, había marcado mi turno más o menos para las nueve y media, ya se me había echo un poco tarde, pero me imaginé que no había problema, pues...... me imaginé muy mal, porque ya a las diez en punto de la mañana había más cola en esa casa para arreglarse las uñas que para comprar la gasolina cuando la sacan en el Cupet una vez cada tres meses.
La manicurista me dijo que sí me podía atender, pero cuando terminara con todas, y eran mas o menos diez personas y todas iban o a ponerse las uñas acrílicas o a arreglárselas. Mejor decidí irme, tenía muchas más cosas que hacer.
Como por ejemplo, tener una larga ducha de agua caliente por más de una hora, con un playlist de los mejores éxitos del k-pop, Taylor Swift, Bruno Mars y Jonas Brothers. Me iba a lavar la cabeza y a depilarme, entre otras cosas, pero ¡oh sorpresa!, cuando llegué que mi mamá ya había acabado de lavar, no quedaba agua en el tanque.
Tuvo que ir Amaya Daniela Fernández Rodrigo a casa de la vecina para poner la manguera, para que del pozo de su casa llegara el agua hasta mi casa. En fin, eso demoró mas de una hora y cuando ya iba a entrar, que ya había buscado todos los implementos para estar horas en el baño mi hermano se me adelantó.
El niño como si nada se metió para bañarse también, dice que tenía que salir urgente, me dieron unas ganas de sacarlo a patadas, pero me aguanté.
Me dijo que no se iba a demorar casi nada, ya que tenía que irse rápido, pero eso no fué lo que me pareció, lo único que le faltó fué llevar una almohada para dormir adentro. Una pinche hora y media fue todo el tiempo en que mi hermano demoró bañándose en su propia mugre, porque eso sí, salió igual de sucio y empercudído.
Después de todos los obstáculos logré bañarme, más rápido de lo que me esperaba, ya que se fué la luz y dejó de salir agua caliente de la ducha. Tuve que prender el fogón de gas y esperar a que el agua se calentara. Antes había dicho que iba a escuchar música mientras me bañaba, ¿verdad?, pues no fué así, al irse la luz mi teléfono se quedó sin carga y yo sin música soy rápida en el baño.
Cuando salí del baño me acordé que no me había sacado las cejas, me vestí rápido y fuí para la casa de la señora, que es bastante mayor, por cierto, aunque hace muy bien su trabajo. Me demoré en llegar un poco, su casa me queda bastante lejos y no tengo ni bici y mucho menos un auto.
Eso fué más o menos a las tres y picó de la tarde, pero en mi cuidad siempre hay un sol y un calor, sobre todo a esa hora, que el solo todavía arde.
Llegué y ví la casa abierta, la llamé y pensé que me podía atender, pero como no había luz y la señora ya tiene su edad no puede ver, así que por esa parte me embarque.
Como no había luz, tampoco pude ponerme las uñas y la manicurista cerró su casa, así que tampoco me las pude pintar, no me quedó más remedio que coger un color carmelita feo que tenía en mi cuarto.
Yo me iba a vestir de verde, con un juego de blusa y salla, de lo más chulo, pero digo "iba" porque casualmente el conjunto no apareció, resulta que se me quedó en casa de mi abuela.
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Nunca Me Viste
Romance¿Por qué las personas juegan cruelmente con los sentimientos de alguien?.... No lo sé, pero les voy a contar como jugaron con los míos. Aunque bueno, yo también jugué un poco.