Mi Mayor Obsesión (JD Pantoja & Kim Loaiza) [COMPLETA]

Capítulo 10

Juan me estaba comiendo con la mirada, tanto él como yo, nos teníamos ganas. Nos deshicimos de nuestra ropa, pero nos quedamos con la ropa interior. Así que lo arrecoste en la cama, me subí encima de él y nos empezamos a besar apasionadamente, mientras que sus manos paseaban por mi cuerpo y una que otra vez las metía dentro de mi camisa.

No aguantábamos más, me quité la camisa junto a mi sujetador, Juan no lo pensó dos veces y empezó a masajear mis pechos, mientras que yo movía mi cintura en círculos arriba de su miembro, él hizo un poco su cabeza hacia adelante y empezó a morder, chupar mis pechos en tanto yo enredé mis manos en su pelo y me mordía el labio para no soltar gemidos.

—Quiero escuchar mi nombre de tu linda boca nena —dijo Juan para luego seguir chupando mis pechos.

—Agh Juan —solté un gemido cuando sentí que mordió levemente mi pezón.

Luego hice que se acostara de nuevo, ataqué sus lindos y apetitosos labios, mientras tanto él bajaba sus manos a mi trasero, o apretaba o masajeaba. Sentí que paso su mano por mi parte íntima y empezó a “masturbarme” con un solo dedo.

—Mierda —solté un gemido en sus labios, ya que aún nos seguíamos besando.

Yo bajé mis manos hasta su bóxer, pero en ningún momento me separé de sus labios. Cuando sentí que su miembro estaba afuera me separé de Juan.

—Todo tuyo amor —él masajeaba mi muslo con su mano.

Le sonreí y me acerqué a su miembro, lo empecé a chupar y una que otra vez me lo metía a la boca. Hacía los movimientos rápido, que a veces miraba que Juan se quería venir, llegó un punto en que lo hizo en mi boca.

—Eres tremenda Kimberly, pero todavía no terminamos —él se sentó en la cama, agarró mi mano y de una me hizo sentarme encima de él, lo cual hizo que su miembro entrara de una vez en mí.

—Puta mano —solté un gran gemido que Juan me tuvo que callar con un beso.

—Me encantan tus gemidos, pero no que lo escuche todo el mundo —él me arrecostó y empezó con leves embestidas, las cuales fueron subiendo de nivel.

—Agh… mmm… Juan —gemía mientras miraba a Juan, verlo sudado, mordiéndose el labio, me excitaba aún más.

Él aumentaba las embestidas, puso una mano en mi pecho apretándolo, mientras que yo pasaba mis manos en su torso sudado. Hice que se acostara y empecé a autopenetrarme, Juan y yo soltábamos gemidos, él acercó su mano a mi parte íntima y empezó a masturbarme.

—Más… —quité su mano y me la acerqué a la boca para chuparla.

—Joder Kimberly… —con su mano libre apretó mi pecho —eres jodidamente caliente —él a veces me ayudaba con las embestidas, pero, él las hacía más profundas.

Luego él me quitó de encima para acostarme a su lado, él se puso detrás de mi y sin previo aviso entró de una vez en mí.

—Avisa —solté un gran suspiro por lo que hizo.

—Acaso no te gusta que entre bruscamente y sin aviso en ti —siguió con las embestidas, con su mano derecha la tenía en mi cuello y la izquierda en mis pechos.

—No pares… —me sentía muy mojada, lo que significa que ya estaba a punto de venirme.

—Lo que ordene mi reina —hizo como quince embestidas profundas.

Con su mano izquierda empezó a masturbarme mientras me seguía penetrando. Yo ya no aguantaba más.

—Me… agh… me vengo… —dije entre gemidos.

—Yo también… —sin previo aviso, los dos llegamos al clímax.

Juan salió de mí, los dos tratábamos de controlar nuestra respiración, nos acostamos mejor en la cama, yo me acosté en su pecho, mientras que él “peinaba” mi cabello.

—Te amo Kimberly, no quiero que te vayas de mi lado —luego de eso sentí un beso en mi frente.

—Yo te amo más y yo tampoco me quiero ir de tu lado —sonreí, mis ojos se iban cerrando, hasta que caí profundamente dormida.

(....)