Prólogo 💌

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Gakushū frunció el ceño mirando el pequeño papel frente a él

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Gakushū frunció el ceño mirando el pequeño papel frente a él.

La hoja estaba pegada con un pedazo de cinta en la pared del fondo del casillero. No estaba descuidadamente sobre el metal como si alguien la hubiera deslizado por debajo de la puerta. No. Alguien había abierto su casillero y, con tranquilidad y sin que nadie se diera cuenta, había pegado la pequeña hoja blanca perfectamente cuidada a la altura de sus ojos para que fuera lo primero que viera al meter sus libros.

Sacó la cabeza de hueco del casillero y miró a la izquierda y luego a la derecha, en busca de alguien sospechoso, pero solo se encontró con su mejor amigo.

Ren le pasó un brazo encima de los hombros.

-¿Qué pasa, Asano? Tu mirada es tan confusa como la de un pequeño ciervo a la mitad de la carretera en una noche...

-Silencio -dijo, devolviendo la mirada al fondo de su casillero.

-Qué cruel, estaba a punto de... -siguió la mirada de su amigo hasta el papel-. Oh. Oh -se estiró e hizo lo que Gakushū no se había atrevido a hacer. Una vez teniendo la hoja en sus manos, la leyó-. "Tus ojos son tan lindos, ¿por qué no los usas para mirarme?". Firma... 1.11.

-1.11... -repitió.

-¿Qué, te parece raro? -alzó una ceja-. Sigues siendo igual de popular que en la secundaria, Gakushū, solo ha pasado un año -se cruzó de brazos.

-Supongo... -dijo sin estar muy seguro.

-¿Recuerdas aquella vez en San Valentín que tuviste que esconderte en el baño y terminaron llevándole chocolates al director para que te los diera?

Gakushū rio ligeramente. Claro que recordaba ese día; jamás olvidaría el ver a su padre sosteniendo un montón de cajas de chocolates con listones rojos y cartas en sus brazos, intentando que no se le cayeran y mirándolo con incredulidad.

-Tienes razón.

-Suelo tenerla.

-No es nada raro.

Excepto por el hecho de que esta persona, o había aprendido su clave (que cambiaba cada semana) o había encontrado una forma menos ortodoxa de abrir su taquilla.

-No lo es.

El timbre para la siguiente clase resonó por los pasillos, seguido del sonido de las puertas de metal de los casilleros cerrándose abruptamente y los pasos de los alumnos apresurandose hacia sus aulas.

-¿El ex-presidente se está retrasando para llegar a clases? Eso es nuevo~

Asano cerró sus ojos y respiró profundamente. Un cambio que había venido con la preparatoria -además de la abolición del concejo estudiantil- había sido la eliminación de la Clase E y con ello la reasignación de los alumnos a las Clases que les correspondían por sus notas.

Por "alumnos" se refería a Karma Akabane y por "las clases que les correspondían" se refería a la Clase A, su Clase. Tener al pelirrojo de compañero era... Toda una experiencia.

-Sigue caminando, Akabane -murmuró con la mandíbula apretada.

-Qué mandón~ -se quejó y no dudó en hacer todo lo contrario y acercarse al par. Miró por encima del hombro de Gakushū para poder ver lo que Ren tenía en sus manos-. Vaya, ¿Tienes un admirador secreto? Quién lo diría, con lo gruñón que eres~

-¿Te molesta que Gakushū sea más popular que tú? -Sakakibara soltó y el peli naranja solo arqueó una ceja. Había aún algunas personas en el pasillo y no iba a arriesgarse a que lo vieran peleando con Akabane.

-No me molestaría ni aunque fuera cierto -se encogió de hombros con una sonrisa-. Ya no estamos en la secundaria, ¿recuerdas, Ren? -obvió y luego miró a Asano, quién también lo miraba fijamente-. ¿No es acaso la primera carta que recibes desde que entramos a la preparatoria? Es nuestro segundo semestre ya...

Y de hecho, tenía razón. Era la primera muestra de interés que recibía desde que habían salido de la secundaria. Tal vez era el hecho de que no era más el presidente del consejo estudiantil, tal vez ya no les parecía atractivo, tal vez... Al fin habían comprendido que, bajo esa máscara de perfección, era una mierda de persona igual que su padre.

-No sabes nada, Akabane. Además, ¿eso a ti qué te importa? ¿Tus padres no te enseñaron a meterte en tus propios asuntos?

Incluso el castaño abrió los ojos con sorpresa. Asano Gakushū no era una persona que respondía a provocaciones; normalmente, era algo que habría dejado pasar, ignorando al pelirrojo y enfilando hacia su aula, demasiado preocupado por llegar tarde como para entretenerse con "charlas insignificantes".

Akabane tragó saliva y asintió para volver a sonreír con sorna segundos después, como si la mención de sus padres no le hubiera afectado para nada.

-¿Por qué no tomas un poco de aire y guardas las garras, tigre? -burló, enfilando lentamente hacia el aula de la Clase A-. Le diré al profesor que es tu culpa que haya llegado tarde -gritó por el pasillo antes de dar vuelta y perderse.

-Asano...

-Voy al baño -anunció, dejando a su mejor amigo de pie y muy confundido en medio de los casilleros, aún con la pequeña nota en mano.

El castaño suspiró y siguió el camino de Akabane hacia su salón.

Minutos después, cuando Asano entró al aula, se disculpó con el profesor y pasó directo a sentarse en su asiento que, de hecho, ya no estaba al frente sino al fondo.

Su padre había creído conveniente que los más avanzados (los Cinco grandes y Akabane) tomaran los asientos traseros para permitirle a los menos avanzados estar más cerca del maestro y del pizarrón. Maldita suerte.

-¿Ya estás calmado, ex-presidente? -susurró la persona sentada a su derecha.

-Lo estaba hasta que abriste la boca -respondió por él la persona a su izquierda.

-Nadie está hablando contigo, Sakakibara -dijo el pelirrojo para después sacarle la lengua, gesto que el castaño imitó.

-Ya basta. Cállense los dos, basta -a pesar de estar mirando hacia el frente, susurró lo suficientemente fuerte como para que ambos lo escucharan.

Contrario a todo pronóstico, ambos obedecieron.

Akabane miró al frente a pesar de no estar poniendo atención, y comenzó a jugar con su lápiz. Ren, por su parte, se estiró ligeramente para poner la nota sobre el escritorio de Gakushū.

El peli naranja lo miró de reojo y asintió a manera de agradecimiento, luego tomó la hojita y la metió en su bolsillo ante la discreta mirada de Karma.

¿Quién carajo era 1.11?

¡Sorpresa! Este es un nuevo proyecto que se me ocurrió exactamente

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¡Sorpresa! Este es un nuevo proyecto que se me ocurrió exactamente... Ayer en la madrugada JAJAJAJA.

Espero que les guste mucho mucho, tanto como a mi. No olviden votar y comentar~

¡Nos leemos luego!

1.11 [Karushuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora