Narra Mateo
M: Sos famoso, boludo.
Entusiasta deja una revista del corazón en mis manos. Elena ya me advirtió hace un rato de que nos habían fotografiado juntos y ha demostrado mucha sensatez y comprensión en nuestra conversación. Lo que ahora mismo parece carecer mi mejor amiga.
+ No es divertido, Malena.
M: ¿En serio no estás feliz?
Parece sorprenderse. No la entiendo.
+ ¿Por qué tendría que estarlo?
M: No sé, mí me re gustaría ser famosa, aparecer en revistas, la tele...
Comparte conmigo sus sueños llena de ilusión. Male es así.
M: Desde chiquita soñaba con ser famosa, pero bueno, ya sabés que de donde vengo, tuve que conformarme con que mis tíos se aprendieran mi nombre.
+ Pero estás aquí, estudiando para ser la mejor diseñadora de España, y estoy seguro que vas a hacerte un nombre y alcanzar tus metas, Male.
La animo atrapando sus manos entre las mías.
+ No sé si la gente va a conocer tu cara, pero con lo talentosa que eres estoy seguro que si hablarán de tu nombre.
A veces se olvida de lo buena que es, pero yo estoy convencido de que está destinada a la grandeza.
M: Vos sos demasiado entusiasta.
Niega con un gesto.
M: Ahora contáme cuál es el problema de esta nota.
Vuelve a centrarse en la revista.
M: Si apenas se nota que sos vos.
+ No sé.
Suspiro confundido.
+ No quiero aparecer en la prensa, ni que me reconozcan por ser el novio de Malú, mucho menos que se me acerquen periodistas a buscar información de ella o que sus fans quieran fotos conmigo.
Me agobio solo de pensarlo.
+ La fama es suya y a mi gusta ser incógnito, Male.
Opino reflexivo.
+ Que a nadie le importe lo que digo, lo que hago o a qué sitios concurro.
M: No quiero sonar frívola, pero ¿vos no te planteaste esto cuando te fijaste en Malú?
+ No. Sí.
Me corrijo.
+ Mantuvimos lo nuestro oculto incluso a nuestro círculo mas íntimo, no pensé que podría pillarnos la prensa.
M: Mateo, es de las cantantes más reconocidas del país, ¿en serio sos tan ingenuo?
Me sermonea.
M: Tarde o temprano esto iba a pasar.
Su nombre se cuela en mi pantalla, reclamando mi atención, pero decido dejar el móvil sonar. Vuelve a intentarlo, y sin darse por vencida, me escribe.
- "¿Lo has visto?"
+ ¿Qué se supone que hago ahora?
Farfullo.
+ ¿Decirle que por supuesto que lo he visto y que estoy que me cago encima?
M: Sí, Mateo.
Confirma.
M: Con un poco más elegancia.
Propone divertida.
M: Pero ella tiene experiencia en esto y lo peor que podes hacer es ocultarle a ella como te sentís.
+ No la conoces.
Me quejo.
+ Pero estará echando fuego por las narices.
M: ¿Y que pretendés? ¿salir corriendo? ¿mandar lo que tienen a la mierda?
+ ¡No! ¡Claro que no!
Esa idea jamás se me cruzó por la cabeza.
+ Malú es mi vida, y prefiero verme en portadas cada semana antes de dejarla.
Me mira enternecida y... apenada.
+ Joder, Male, lo siento.
Me disculpo. Es tan buena amiga que a veces se me olvida que no hace mucho se me declaró y que tendría que ser más cuidadoso al hablar de mi chica con ella.
M: ¿Estas loco?
Me regaña.
M: Por fin me vuelves a hablar con confianza.
Le quita importancia.
+ Pero...
M: Olvidáte, que ya me gusta otro.
Vuelve a reír.
+ Mentirosa.
Lo hago con ella.
M: Tienes los humos muy arriba, chavón.
Me pica divertida.
M: Ahora dejá de creerte tanto y llamála, que te vas mañana y esto lo tenés que hablar antes de subir a ese avión.
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Todos los secretos (Segunda parte)
Lãng mạnUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar