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[Me alegra que les guste]

Un combinación un tanto peculiar de cuatro chicos se encontraba en la casa de Tweek

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Un combinación un tanto peculiar de cuatro chicos se encontraba en la casa de Tweek.

El mismísimo Craig Tucker se encontraba frente a la televisión junto con Wendy Testaburger, jugando un videojuego mientras se soltaban algún insulto el uno al otro.
Por otro lado, acostado sobre una alfombra cerca de la estufa encendida, estaba Kenny McCormick, quién, completamente ajeno a los insultos que se lanzaban la chica y el peli-negro y los sonidos del videojuego, escuchaba tranquilamente un programa de radio en su objeto más preciado, su radio portátil, nunca salía de casa sin ella, sus amigos bromeaban con que esa radio ya era una extensión de su brazo.

Tweek estaba sentado en la misma alfombra, un poco más cerca de la estufa, sin hacer nada en particular, solo disfrutando del calor de esta, un calor muy apreciado en una tarde de invierno en un lugar como South Park. De vez en cuando, dejaba de prestar atención al fuego y escuchaba la radio junto con Kenny, ambos completamente relajados, sin decir nada, simplemente disfrutando de la sensación de comodidad que reinaba en la sala, porque incluso con los ocasionales insultos que se escuchaban de los chicos que juegaban frente a la tv, el ambiente de lugar no era molesto, se sentía agradable y cálido.
Pero, ¿Por que estos cuatro chicos están juntos conviviendo? Simple, tenian que hacer un trabajo en grupo para el cuál su profesor eligió los integrantes de cada grupo, así que, no teniendo más remedio que trabajar juntos, se juntaron en la casa de Tweek para hacerlo, y como terminaron más temprano de lo que pensaban y ninguno tenia planes para el resto de la tarde, decidieron que se podían tolerar unas horas más para hacer algo divertido y no pasar la tarde solos.

–¿Alguien tiene hambre?– pregunto  Tweek al ver que la partida que su novio y la chica estaban jugando había terminado.

–La verdad, ahora que lo mencionas cariño, estoy muriendo de hambre– se quejó Craig mientras llevaba su mano hacia su estómago y se ponía de pie.

–Si, yo también tengo algo de hambre– agregó la peli-negra mientras se paraba del sillón en el que estaba para estirar su cuerpo.

-Entonces vayamos a la cocina por algo de comer- dijo el chico de tics al mismo tiempo que se levantaba para luego dirigirse a la cocina, siendo seguido por los otros tres chicos.

Kenny y Wendy se sentaron en la mesa del comedor luego de que Tweek les indicara que podían tomar asiento mientras Craig ayudaba al de camisa verde a traer unas bandejas.

-¡Se ven muy bien!- comentó Wendy al ver las dos bandejas con galletas que traían Tweek y Craig.

-¡Espero les guste! ¡Yo mismo las hice!- Exclamó Tweek agachando la cabeza y teniendo un tic en el ojo.

La pareja dejó las galletas sobre el mesa para irse a sentar junto con sus dos compañeros.
La primera en probar las galletas fue Wendy, seguida por Kenny, Craig y por último Tweek, quien se había quedado analizando las expresiones de los chicos al probar las galletas para conocer su opinión sincera de estás, y solo comenzó a tranquilizarse lo suficiente como para comer el también cuando estuvo seguro que ninguno habia hecho un expresión de disgusto.

-Wow, no sabía que cocinabas tan bien- confesó la chica mientras miraba al rubio, quien se encontraba sentado junto a él.

-Están increíbles cariño ¡son deliciosas!- habló Craig.

-¡No es para tanto!- minimizó Tweek con tics debido a los nervios.

-¿Bromeas? ¡Son lo mejor!-dijo Kenny apenas siendo capaz de hablar con las cuatro galletas que tenía al mismo tiempo en su boca.

-No te lleves tantas galletas a la boca Kenny, podrías atragantarte- reclamó la peli-negra.

-Perdón- balbuceo el chico aún con las galletas en la boca -Podría comerlas para siempre- aseguró.

-Lo mismo digo- agregó Craig mientras se llevaba otra galleta a la boca.

-Gracias- agradeció Tweek aún con leves tics
-Parecen estar siendo sinceros- pensó Tweek antes de unirse nuevamente a la conversión, la cual, sabrá Dios como, había pasado, en apenas unos segundos, a tratarse de Eric Cartman, y no eran precisamente cosas bonitas.

La tarde transcurrió tranquila, los cuatro chicos permanecieron en la mesa, comiendo y hablando de distintas cosas, una ola de sensaciones agradables inundaba el lugar, nadie se sentía incómodo, las conversaciones fluían de un tema a otro con completa naturalidad, sin dudas, fue una tarde para recordar.

Sobre todo para Tweek

Sobre todo para Tweek

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Los regalos de Tweek [Tweek x Craig]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora