💙𝙿𝙰𝚁𝚃𝙴 2💙

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—Oh, ¿en serio tú eres tú? ¡Sí! ¡Muy bien! Ahora casémonos y vivamos en una isla y tengamos un hámster que se llame… ¡Hámster! ¡Sí…!

Usando una voz chillona, Argos jugueteaban con sus manos imaginando lo que estaba pasando dentro de aquella habitación tras él. Finalmente, hizo el ruido de un beso cuando sus dedos chocaron entre sí y un suspiro pesado salió de su boca. Él volteó a ver aquella puerta y su primo no parecía salir. Ya se estaba tardando más de lo que pensaba y temía que se estuviera distrayendo mucho. Aunque, si lo pensaba bien, la revelación que se suponía que tenía que estar pasando allí dentro, era algo fuerte para los dos héroes, así que no quiso molestarlos y prefirió darles su tiempo. 

De repente, la puerta se abrió y Ladybug salió con una actitud decidida a luchar.

―Bien, vamos a acabar con Gabriel Agreste. 

Argos se puso en pie luego de ver salir a Chat Noir. El de azul esperaba que su contrario saliera con una sonrisa de oreja a oreja después de estar a solas con la heroína y hacer una gran revelación como lo eran sus identidades, solo que, no fue así. 

―Chat… Noir… ―le dijo Argos en un susurro, pero este siguió con su rostro sereno, como si comenzara a formarse una gran preocupación en su interior. 

―Vamos, Félix, es hora de acabar con Gabriel Agreste. 

No muy convencido de esto, Argos salió de esas alcantarillas y siguió a los otros dos héroes por los tejados de París bajo esa lluvia que cada vez aumentaba su intensidad. Como Chat Noir y Ladybug iban algo rápido, Argos no pudo acercarse a ellos y decirles alguna cosa hasta que llegaron a las cercanías de la mansión Agreste. Allí, los tres se reunieron y él por fin pudo soltar sus dudas: 

―¿Puedo preguntar de qué me perdí? Jamás imaginé que ustedes saldrían tan… serios después de… 

―¡Concéntrate, Félix! ―exclamó el de negro―. Sabes que quiero terminar con esto cuanto antes. 

―Pero algo pasó, Chat Noir y ahora estoy comenzando a tener mis dudas. 

Argos señaló con la mirada a la heroína que estaba del otro lado del de orejas de gato. Ella se asomaba por encima de una pared y parecía vigilar a su alrededor. 

―Yo también comienzo a tener mis dudas ―susurró el de negro inclinando su rostro―. Tal vez atacar de esta forma fue una pésima idea. Tal vez fallemos. Tal vez Monarch ya sabe que vamos y nos está esperando y…

―Oye, oye, espera ―lo detuvo su contrario―. No me refiero a ese tipo de dudas. Tú y yo hemos planeado esto desde hace mucho tiempo y, ¿por qué justo cuando vamos a poner el plan en marcha dices estas cosas? Además, mis dudas no son sobre este plan, Chat Noir, es sobre tu La…

―¿Ya vamos a atacar? ―preguntó de pronto Ladybug al acercarse a ellos. El del miraculous de destrucción le regaló otra expresión seria a Argos antes de hablar. 

―Tenemos que avanzar, Félix. No perdamos más tiempo. 

―Pero…

―Hay que separarnos. Tengo un muy mal presentimiento. Nos vemos en el techo de la mansión, cada uno por su lado, como lo planeamos. Gabriel no debe saber que tiene invitados sorpresa. 

―Bien, vamos ―declaró Ladybug. 

Argos vio cómo los dos héroes se alejaban de ese lugar y avanzaban por distintos rumbos hacia aquella mansión. Algo había pasado cuando los había dejado solos y no se sentía muy cómodo con no saberlo. Estaba seguro que tanto Chat Noir como su compañera habrían estado felices luego de la supuesta revelación, pero ahora, lo único que pensaba era que esa revelación nunca pasó, que había algo mal con todo eso y él lo iba a descubrir. 

Angustia | Historia Corta | Miraculous Donde viven las historias. Descúbrelo ahora