━ 𝐗𝐈𝐈: Todavía estás a tiempo

236 23 64
                                    

•─────── CAPÍTULO XII ───────•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

── CAPÍTULO XII ────

TODAVÍA ESTÁS A TIEMPO

───────●◎•◎●───────

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

◦✧ ✹ ✧◦

        CATRIONA ESTABA LIMPIANDO la barra del Black Rose con una bayeta húmeda cuando la acristalada puerta del establecimiento se abrió de par en par. En un acto reflejo, la muchacha desvió la mirada hacia la entrada, topándose con una figura uniformada que no lo dudó a la hora de ingresar en el local con paso firme y decidido. Los ojos negros de Riona, que resaltaban gracias al discreto delineado que había trazado en su párpado superior, examinaron de arriba abajo al recién llegado, que se aproximó al mostrador luego de realizar un rápido chequeo al interior del negocio.

—Buenos días —le saludó la chica con cordialidad.

—Buenos días —respondió el hombre tras detenerse junto a la barra.

Era de estatura media y complexión robusta. Tenía el pelo muy corto y de color castaño claro. Aunque lo que más llamaba la atención de él era, sin lugar a dudas, su uniforme de policía. La placa plateada que destellaba a la izquierda de su torso revelaba que se trataba del Jefe Adjunto del Departamento de Policía de Charming, de ahí que su sola presencia impusiera un profundo respeto.

—Vengo a hablar con Michael —manifestó el oficial, yendo directo al grano—. ¿Está aquí? —quiso saber mientras apoyaba el antebrazo derecho en el mostrador. Su otra mano, la izquierda, la condujo a su cintura.

Al escucharlo, una extraña sensación de intranquilidad invadió a Catriona, a quien le resultó imposible no cambiar su peso de una pierna a otra. La seriedad de aquel hombre —y el hecho de que se encontrara en pleno servicio— le hacía sospechar que su presencia en el Black Rose no se debía a una simple visita de cortesía. Sino que, más bien, estaba relacionada con su trabajo. Con aquella placa que lucía con orgullo en su pectoral izquierdo.

Ramé | Hijos de la AnarquíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora