Saludos, noveno Tío

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—¿Zhai Yanlin? —Cheng Yujin levantó las cejas con sorpresa— ¿Por qué el noveno tío pregunta por él?

Cheng Yuanjing miró fijamente las hojas de té que se agitaban lentamente dentro de la taza de té. Su tono era plano, como si no le preocupara en absoluto.

—Solo pregunto casualmente.

Cheng Yujin no sabía por qué Cheng Yuanjing de repente preguntó por Zhai Yanlin. Siempre había sido cautelosa en sus palabras y acciones y, por lo tanto, se cuidó de dar una respuesta neutral.

—El Duque Cai es un guerrero valiente y un talento poco común. También es un buen comandante militar. Tenerlo protegiendo al país es una bendición para la gente común como yo.

Cheng Yujin recordó en secreto que Cheng Yuanjing nunca había mencionado a Zhai Yanlin. Pero después de tener una conversación privada con él, Cheng Yuanjing se acercó para preguntar sobre la opinión de Cheng Yujin sobre Zhai Yanlin. Dependiendo de la situación, era probable que algunas de las palabras de Zhai Yanlin llamaran la atención de Cheng Yuanjing, y quería usar a este hombre como su confidente. Por lo tanto, acudió a Cheng Yujin para preguntarle qué pensaba de Zhai Yanlin.

Ya sea en el futuro o en este momento, Cheng Yuanjing necesitaba reclutar y nutrir a su propia gente. Dado que esta era la persona valorada por el príncipe heredero, ¿podría Cheng Yujin decir cosas malas sobre Zhai Yanlin? Incluso si su propia evaluación era de solo cinco puntos, Cheng Yujin tuvo que elogiarlo a ocho puntos, y los dos puntos restantes eran demasiado exagerados.

Cheng Yujin quedó satisfecha con su respuesta diplomática. Pero después de que terminó de hablar, por extraño que parezca, la cara de Cheng Yuanjing se volvió más fría. Cheng Yujin estaba desconcertada. ¿Qué estaba pasando? ¿Podría ser que Cheng Yuanjing no quisiera que la gente de la corte formara facciones para la colusión privada, por lo que no estaba satisfecho al escucharla elogiar a Zhai Yanlin?

Cheng Yujin realmente no podía adivinar qué había dentro de la mente de Cheng Yuanjing. Por un tiempo, no se atrevió a expresar su opinión, pero preguntó tentativamente:

—No entiendo los asuntos importantes de los militares. Estas son las palabras que escuché de los ancianos. ¿Por qué el Noveno Tío pregunta sobre esto?

La punta de los dedos de Cheng Yuanjing rozó la taza de porcelana. Sus ojos estaban ligeramente en blanco. Se encontró a sí mismo cada vez más estrecho de miras. Podría advertir a Zhai Yanlin que no vuelva a acosar a Cheng Yujin. Pero tan pronto como le dio la espalda, Cheng Yuanjing volvió a preocuparse. No importa cuánto le dijera a Zhai Yanlin, no podía cambiar el hecho de que la mansión del Duque Cai era realmente atractiva para el estándar de la familia Cheng.

Incluso como segunda esposa, seguiría siendo duquesa. ¿Qué pensó Cheng Yujin sobre esto? Era ambiciosa y tenía una meta clara para su futuro. ¿No le importaría convertirse en una segunda esposa y, por lo tanto, se enamoraría del poderoso y de alto estatus del Duque Cai?

Cheng Yuanjing no lo sabía. Entonces, a la mitad, cambió de dirección hacia el patio de Cheng Yujin y le preguntó de manera indirecta qué pensaba de Zhai Yanlin.

Antes de que Cheng Yujin respondiera, Cheng Yuanjing ya tenía la respuesta que quería escuchar. Desafortunadamente, lo que dijo Cheng Yujin estaba lejos de su deseo. Cheng Yuanjing estaba un poco decepcionado. Si no fuera por la decepción que llegó tan rápida y fuertemente, ni siquiera sabía que en realidad esperaba una negación de la boca de Cheng Yujin.

El mismo Cheng Yuanjing no entendía lo que le estaba pasando. Obviamente, obtuvo la respuesta que pidió. Pero aún quería engañarse a sí mismo, pensando que tal vez Cheng Yujin realmente no entendió su pregunta. Esto nunca le había sucedido a Cheng Yuanjing antes. Desde que era muy joven, Cheng Yuanjing sabía que el camino por delante no sería amable con él. Hacía tiempo que se había quitado las emociones, los sentimientos tiernos y otras debilidades de sí mismo.