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ᴘᴀʟᴀʙʀᴀs: 1315

ᴘᴜᴇᴅᴇn ᴇsᴄᴜᴄʜᴀʀ ʟᴀ ᴍᴜsɪᴄᴀ ᴍɪᴇɴᴛʀᴀs ʟᴇᴇn ᴇʟ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ!

(ᴅɪsᴄᴜʟᴘᴇɴ ʟᴀ ᴛᴀʀᴅᴀɴᴢᴀ ʏ ǫᴜᴇ ᴇʟ ᴄᴀᴘ sᴇᴀ ᴄᴏʀᴛᴏ)

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En un invernadero, que cualquiera describiría como tétrico, una pequeña jovencita que no pasaba de los 12 años se despertaba con un dolor de cabeza insoportable, cien veces peor que cualquier resaca que algún adulto podría tener, pero estamos hablando de una niña.
Al principio ni siquiera fue capaz de abrir los ojos. Con cada respiración, sentía fuertes punzadas en su cabeza, y ni hablar de moverse, la pequeña pensó que cualquier movimiento en falso haría que su pequeño cuerpo se rompiese en mil pedacitos que ni siquiera ella fuera capaz de contar. Debió de haber hecho algún mísero sonido, porque de pronto encontró consuelo en un trapo frío y húmedo que se le fue colocado sobre su frente y ojos, con extraña delicadeza. Aparte de eso, escuchó una suave voz, pero sin llegar a sonar femenina, que le preguntaba lo obvio. La niña no podría afirmar qué le alteraba más: el hecho de que el desconocido lo trataba como si fuera la rutina de cualquier día común, o que su frágil memoria no recuerda haber escuchado esa voz antes, y menos en el momento en el que fue secuestrada e inevitablemente, privada de su propia libertad.
Un brazo se deslizó detrás de los hombros de la joven, enderezandola con suavidad, y una mano llevó un vaso hasta sus labios.

-No tienes nada que temer, está bien, es solo agua, lo prometo. -Aseguró la voz que la niña escucho hace unos segundos, obedeciendo, bebió del líquido que se le ofrecía, su garganta y lengua agradeciendo por al fin ser hidratadas.

—Puedes tragar pastillas?

—Eso creo.. —La niña murmuró en un hilo de voz, y ese mínimo sonido hizo que siéntese como si otro clavo se le fuera introduciendo en la cabeza, lo que la hizo hacer una mueca de dolor.—

—Bien, entonces abre la boca.

Cuando la niña obedeció, el chico que aún su identidad era anónima, puso un par de pastillas planas en su lengua, y le volvió a conceder el vaso de agua que en ese momento era el mejor consuelo de la jovencita.

Cuando la niña obedeció, el chico que aún su identidad era anónima, puso un par de pastillas planas en su lengua, y le volvió a conceder el vaso de agua que en ese momento era el mejor consuelo de la jovencita

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2023 ⏰

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El jardín de las mariposas - Genshin Impact AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora