Capítulo 10

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El inicio de las vacaciones de mamá y el fin de las mías.


SAM

No sé exactamente como paso, cuando desperté estaba en su chat. Leo los últimos mensajes y no puedo creer lo absurdo que fue, hablamos casi 2 horas acerca de todo lo relacionado a los gatos, desde como eran venerados en el Antiguo Egipto hasta porque gobernarían el mundo. Gatos. Gatos. Gatos, una de las conversaciones más patéticas que he tenido con un amigo, si es que así lo puedo llamar. Me sorprende que no se haya aburrido.


Perfil psicológico de Tyler: sin datos

Lo poco que sé no es suficiente para un perfil psicológico. ¿Por qué los hago? Hace que tenga una idea de cada persona en mi mente, las hace predecibles o al menos comprensibles para mi. Pero Tyler es... misterioso. Nunca había definido a alguien así.

Cuando estoy por conciliar de nuevo el sueño, a lo lejos escucho pasar a una ambulancia, y como una acción involuntaria, mis ojos no pueden contener las lágrimas. Abrazo con toda mi fuerza una de mis almohadas y respiro hondo. No es la primera vez que sucede.



- Tuve pesadillas casi toda la noche, una y otra vez el mismo sueño. La única diferencia que había con los otros es que yo iba en ese auto, estaba con ellos... solo que no... moría.

Mi terapeuta me mira atentamente mientras hablo del sueño de anoche.

- En realidad lo que más me frustra es que no podía hacer nada para ayudarlos.- digo respirando hondo y tomando un pañuelo.

- Esta bien llorar, te sentirás mejor.

- Sin intención de ofender, no quiero llorar en la primer consulta.

La terapeuta sonríe y asiente.

- ¿Has pensado en hablar de esto con alguien? Me refiero a lo que paso o a tus sueños.

- ¿A quién se lo podría decir? No quiero que lo sepa mi madre por ahora, no quiero preocuparla más, ella también ha tenido suficiente.

- ¿Qué tal a un amigo?

- Mi mejor amiga no sabe que tengo este tipo de sueños, menos que estoy aquí. No tengo a quien decirle además de usted.

- No tienes porque cargar con esto sola. Los demás están ahí para ayudarte.

- Ese es el problema, no quiero dar lástima y que crean que soy débil o que no controlo mis emociones.

- ¿Has pensado en ir a un grupo de apoyo? Allí hay varios chicos de tu edad que están ahí para apoyarse.

- En realidad... hace unos días comencé a ir a uno, aunque al inicio fue contra mi voluntad, creo que no esta nada mal.

- Excelente, ¿quieres hablar de eso?



- Nos vemos en la siguiente sesión Sam, cuídate.

- Hasta la siguiente sesión doctora.

Una vez que salgo de su oficina, veo a un pelinegro entrar a la puerta de enfrente, dudo mucho que se trate del pelinegro se siempre. Sin mucha curiosidad, retomo mi camino y sigo por el largo pasillo color vainilla.

Al salir del edificio mis ojos se abren como platos al ver una persona esperándome afuera.
- ¿Mamá?

- Hola cariño, ¿qué quieres hacer?

100 DÍAS PARA OLVIDARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora