Capítulo 2

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Cuando regreso a la cocina, Olivia ya está sentada en la mesa mirando con impaciencia el plato.

- Chicas hoy vais a tener que comer sin mi.

- Es otra vez la orden ,¿verdad?- dice Pam mientras deja la bandeja del pollo en la mesa.

Asiento con la cabeza, ella le sirve la comida a la pequeña y me lleva fuera de la cocina.

- Maldita sea Lucrecia, ¿ cuanto tiempo más va  a seguir la orden explotándote?.

- No me explotan tía , lo hago porque quiero, es mi deber la familia a servido a la orden desde su fundación, mi padre fue líder de la orden hasta su muerte, es nuestra responsabilidad.

Mi tía se lleva la mano al rostro exasperada.

- Cariño no tienes responsabilidad ninguna con esa orden, ellos te han lavado la cabeza, te obligaron a conectar con la piedra cuando aún era niña, te hacen ir a misiones desde los trece años , ¡por dios! , deciden hasta la carrera que debes estudiar.

Desde niña se me enseño que la orden está por encima de mis propios deseos , se me enseño que si el líder de la orden me pedía morir lo acatará con una sonrisa pues cumpliría con mi deber , nunca he dudado de ellos y nunca lo haré.

Sonrío, y pacientemente contesto

-Pam, hemos hablado muchas veces de esto, simplemente estoy cumpliendo con mi cometido, ellos me protegen de la santa hermandad y como miembro cumplo las órdenes que me den, además me dan una cuantiosa mensualidad y me gusta las misiones.

- Lucrecia....

- Tía - la corto, la paciencia está empezando a acabarse, estoy empezando a cansarme de  tener siempre la misma conversación - me tengo que ir, te prometo que hablaremos de esto cuando regrese, además voy a pedirle a la señora O unas vacaciones, podremos pasar más tiempo en familia. - Le doy un beso en la mejilla.

- Me voy enana- grito a mi sobrina, escucho enseguida su vocecilla con la boca llena de comida despidiéndose.

Cierro los ojos y pienso donde quiero ir, rápidamente siento la piedra arder contra mi piel, una luz emerge a mi alrededor antes de desaparecer de mi casa y reaparecer sentada en mi asiento en la sala de misiones de la orden.

- Llegas tarde señorita Ward- dice la señora O antigua capitana de las fuerzas armadas alemanas  y nuestra actual instructora de todo lo que tenga que ver con lucha cuerpo a cuerpo , armas, etc.
La señora Odetta Müller, de pelo rubio recogido en un moño apretado, su cara aunque bella,  de duras facciones y fuerte constitución.

- Señora O sea compasiva esta vez, ni tan si quiera he comido. -

- Niña la puntualidad es lo más  importante para los  soldado, imagina que hubieran estado atacando la orden, cinco minutos pueden significar la vida y la muerte de tus compañeros. - dicho esto coge el teléfono que hay en la mesa y dice a la persona al otro lado - trae sándwiches y un refrigerio.

- ¿Me he perdido algo? - Le pregunto a Lili mi compañera mientras la señora O sigue dando instrucciones al chef por teléfono.

-No, no hemos empezados aún, la comandante quería que llegarás antes de decirnos nuestra próxima misión.

- Siento el retraso

- Por dios por cinco minutos no hace falta tanto drama, el regaño de la señora O es lo más interesante que he vivido esta semana,  ya estaba empezando ha aburrirme de visitar templos con mis padres- Lili ahora mismo se encontraba de viaje en China con sus padres, pues su madre quería reconectar con sus raíces chinas, aunque se queje en los mil mensajes que me ha enviado se que prefiere estar con sus padres que aquí , últimamente nuestras misiones se han vuelto más peligrosas de lo normal y lo sucedido en la misión anterior esta demasiado reciente.

Perdida en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora