Capítulo 8

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Freen colocó la tetera al fuego esperando que no tardara mucho en llegar a su punto de ebullición. Habían llegado a casa hacía apenas unos minutos y se sentía preocupada por Rebecca, que tras lo sucedido en el club, parecía haberse aislado en su propio mundo.

La fotógrafa había quedado boquiabierta después de girarse y descubrir a la actriz derribando a Li. Le había tomado un momento reaccionar, solo para sustituir la fugaz sensación de alivio por la angustia de ver a Rebecca con los ojos inyectados en furia, dispuesta a patear nuevamente al sujeto que se retorcía en el piso maldiciendo, apenas opacado por la música. Sin saber bien qué hacer, casi instintivamente, se había interpuesto entre la actriz y su campo de visión, y la había envuelto en sus brazos, sintiéndola temblar debido a la adrenalina. Apenas unos segundos después, ya habían sido rodeadas de varios miembros del staff que dispersaron a los curiosos lejos de la escena.

Burlando el cerco, Non se había aproximado hacia ellas, siendo apenas detenido por la mirada de Freen que le había hecho una clara señal de advertencia para mantener su distancia cuando intentó extender una mano hacia el hombro de Rebecca. Aunque en un primer momento se había sentido a la defensiva, el actor había explicado que tanto él como la actriz, habían alcanzado a ver lo que pasaba, pero que ella había sido mucho más rápida en reaccionar. Se había disculpado con Freen, con ambas, por el comportamiento de Li, e incluso le había escupido en la cara su despido antes de que el personal de seguridad lo arrastrara fuera de las instalaciones.

Durante minutos que parecieron horas, Freen se había ocupado de explicar lo sucedido sin moverse, sosteniendo aún a la actriz que se había sumido en un mutismo que ninguno de los presentes pudo romper. A pesar de que el staff se había ofrecido a dar parte a la policía, la fotógrafa había decidido mantener las cosas bajo la mayor discreción posible, consciente de que no deseaba pasar el resto de la noche haciendo una declaración, y menos arrastrar a la actriz con ella, lo que seguramente habría terminado por convertirse en un escándalo.

Así que finalmente, cuando el cuerpo de Rebecca había dejado de temblar, la había guiado hasta la salida, abordando su auto de inmediato y conduciendo a prisa hasta la casa de Anon. 

La tetera silvó sacando a la fotógrafa de sus pensamientos. La retiró de la parrilla vertiendo su contenido en una taza que sacó de la encimera y la tomó en sus manos para dirigirse a la segunda planta donde la actriz la esperaba.

—Rebecca —llamó Freen tocando la puerta antes de adentrarse en la habitación y sentarse en la cama junto a ella. La actriz la miró, quizá por primera vez desde lo ocurrido y pudo notar una mezcla de emociones que no fue capaz de descifrar. —Bebe esto —le dijo, —te sentirás mejor.

La actriz tomó la taza en sus manos inhalando el perfumado aroma de la bebida y la acercó a su boca para soplar el contenido antes de dar un pequeño sorbo. El caliente líquido bajó por su garganta suavizando el nudo que sentía, lo que la animó a beberlo todo mientras Freen la observaba con preocupación.

—Ya me siento mejor —dijo finalmente, y la fotógrafa soltó la respiración que había estado conteniendo, alegrandose como nunca por escucharla hablar.

Rebecca sabía que a esas alturas Freen ya debería haber imaginando decenas de escenarios distintos, donde algo realmente malo ocurría para que ella hubiera enmudecido. No había sido su intención preocuparla pero, para ser franca, ella tampoco podía explicar cómo, tras el subidón de adrenalina, había experimentado una cerrazón en la garganta y sus cuerdas vocales se habían negado a emitir sonido.

—Gracias a Dios, estaba tan preocupada —respondió envolviendola en un abrazo.

—Estoy bien Freen —intentó tranquilizarla, —no quise preocuparte. Sólo, no conseguía poder hablar. Me siento tan cansada... 

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora