Vale la pena | Bleach

Capítulo Único

¡Hola!

Esta es una idea que tuve en diciembre y finalmente me digné a escribir, un pequeño experimento de AU moderno con Juushiro papá soltero de Sogyo y Kotowari (me sorprende lo poco que hay de esto, sí es tan lindo!!) por supuesto, también tenemos a un Shunsui modo papá (el mejor padrastro, claro que sí) y una mención a su familia, incluyendo a su linda Nanao.

Hasta ahora el escrito más largo que haya hecho para ellos, pero aun así algo corto y dulce.

¡Disfruten!

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Shunsui apresura el paso una vez cruza la amplia puerta del hospital local. Más que molesto y frustrado, si se enteró de lo ocurrido fue gracias a un viejo amigo, está bastante preocupado. Sin embargo, todo este torbellino de emociones tiene que esperar cuando visualiza, entre tanta gente, a dos pequeños de siete, tan iguales como diferentes, llorar desconsoladamente tomados de la mano...

No solo es duro para él, sino también para estos dos pequeñines que probablemente presenciaron más de lo que deberían a su corta edad.

—Sogyo, Kotowari.

Los hermanos detienen sus sollozos cuando lo notan, y pronto están llorando de nuevo, pero bien reconfortados entre sus brazos.

Sí, Shunsui está desesperado por ver cómo está Juushiro, pero sabe más que nadie que él preferiría que se hiciera cargo primero de sus hijos... Y eso hará.

Shunsui es consciente de la extraña y delicada enfermedad de Juushiro, lo que nunca ha sido un impedimento para amarlo cada día más, ni siquiera cuando conoció a las versiones gemelas más pequeñas tan parecidas a él. Juushiro es padre soltero, amoroso y dedicado, y esto es un atributo más que a Shunsui le gusta. Además, Sogyo y Kotowari son niños muy dulces y vivaces, robándole siempre unas buenas carcajadas, y le da gusto haberse ganado su cariño también.

Cómo dicen por ahí; si Shunsui será padrastro , será el mejor.

Shunsui le da su tiempo a los gemelos para llorar y desahogarse, no tuvo que haber sido nada fácil para ellos ver a Juushiro teniendo una fuerte recaída. Cuando los sollozos se reducen, tiene un ofrecimiento que hacerles:

—¿Qué tal un helado?

Pero no los convence en lo absoluto, tan testarudos como su papá.

—Pero papá... —balbucea Sogyo, el mayor.

—Queremos verlo —agrega Kotowari.

Sí, Shunsui también se muere por verlo... Pero tiene que ser fuerte, por todos.

—Su papá está con el doctor — se inclina, poniéndose a su altura, explicándoles lo mejor que puede —. Les prometo que estará bien y podremos verlo pronto.

Aunque no están del todo convencidos, los gemelos asienten confiando en sus palabras. A Shunsui, realmente, le enternece y le hace feliz que pueda ser otra figura importante para ellos. Y para cerrar esta promesa, ofrece un meñique a cada uno. Los ojitos verdes se iluminan, ya más animados, y entrelazan sus dedos.

—¿Y si le conseguimos a papá un regalo para cuando despierte? —Shunsui lo vuelve a intentar con un plan diferente.

Y causa intriga, porque los pequeños se quedan pensativos por un instante.

—Él dijo que quiere una plantita para su estudio —Kotowari recuerda de repente. Su hermano mayor, a su lado, asiente.

—Entonces compremos la plantita más bonita para él, ¿Qué dicen? —Shunsui está aliviado de poder persuadirlos un poquito. Además, se trata también de darle una pequeña sorpresa, y así sea una pequeña alegría en este día difícil, a su Juushiro.