San Lang tiene una niñera. | HuaLian oneshot | - 21

La niñera de San Lang.

Es un viernes a inicios del año dos mil, Luo Binghe prepara rápidamente el desayuno de sus hermanitos, olvidando el suyo propio porque se le está agotando el tiempo, debe llegar temprano a su trabajo.

—El desayuno— Luo Binghe sirve dos platos.

—¡Mmm, exquisito! — Wei WuXian coge su tenedor y lo ensarta en la torre de masa frente a él.

Hua Cheng, el menor de los tres, un chico de once años con heterocromía, observa con disgusto su desayuno y se cruza de brazos.

—Sabes que no me gustan los panqueques.

—¿Cómo no pueden gustarte? — cuestiona Wei WuXian con la boca llena.

—Son un montón de masa, insípida, pastosa, se te queda en las encías y son atoradores.

Luo Binghe suspira con decepción.

—Lo siento, San Lang, pero es lo que hay, son baratos, llenan el estómago y son deliciosos.

Ningún argumento convence al pequeño Hua Cheng con cara de piedra, cuando una comida no le gusta, nada lo hace cambiar de parecer.

—Si no comes, te quedarás sin desayunar.

—¡Ah, yo puedo comerme su desayuno! — propone Wei WuXian con emoción.

—Wei Ying, no te olvides de limpiar tu cuarto y el de San Lang, sé que él no lo hará.

—A la orden— sonríe el hermano de quince años.

—Nos vemos hasta la noche, cuídense mucho— Luo Binghe sale de casa a toda prisa, es el sustento de la familia, no se perdonaría llegar tarde.

...

Ya es de noche, Luo Binghe regresa a casa para preparar la cena, mientras comen los tres en la mesa, sorprende a sus hermanos con una noticia.

—La noche de mañana no regresaré.

—Nunca has pasado una noche fuera de casa— expresa Hua Cheng, un tanto preocupado.

—Lo sé, pero estaré aquí el domingo al mediodía.

—Mañana tengo un viaje escolar y Lan Zhan me ha invitado a quedarme en su casa hasta el domingo— explica Wei WuXian, luego mira a su hermano menor—. Eso significa que San Lang se quedará solo.

—Lo sé, por eso he decidido contratar una niñera.

Wei WuXian y San Lang se sorprenden y es Wei WuXian el que estalla en risas. San Lang se enfada y expresa:

—Ya no soy un mocoso, no necesito una niñera.

Luo Binghe trata de no perder la paciencia.

—De todos modos ya lo contacté y él estuvo de acuerdo.

—¿Él? — repite Wei WuXian.

—Es un chico de secundaria, tiene diecisiete y le gusta cuidar niños, tiene excelente reputación en su barrio, así que debe ser bueno.

—¿No me estás oyendo? No me importa si tiene premios por ser niñera, sé cuidarme solo— protesta el chico con heterocromía.

—Tú no me oyes, dije que ya cerramos el trato.

—Despídelo— rebate el menor.

—Eso sería de muy mal gusto— Luo Binghe se pone más serio—. No pienso despedirlo ni arriesgarme a dejarte solo.

Como suele hacer cuando está enfadado, Hua Cheng se cruza de brazos. Wei WuXian se ríe de la mala suerte de su hermanito.

...