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(Pov Aether)

¡Por todos los arcontes! No sé cómo podré encontrar a una persona que se esconde muy bien.

—Paimon cree que no encontraremos nunca a Kairi.— Ya estaba irritada de tanto buscar.

—Es la única persona que puede ayudarnos a esclarecer todo.— Suspiré cansado.

Ya revisamos el bazar, los lugares más transitados y no hemos dado con ella. Lo más probable es que este escondida a causa de lo que pasó con Scaramouche.

—¡Mira Aether!— Paimon apunto a una chica que iba comiendo una manzana mientras tenía una bolsa rellena de compras.

— Se parece a uno de los chicos que vimos una vez que iban detrás de Kairi.

Corrimos detrás de ella y ella se dió cuenta pero no se detuvo.

—¿Qué puedo hacer por ustedes?— Nos miro curiosa.

— Queremos a ver a Kairi, no quiero sonar desesperado pero es de máxima urgencia.— Ella sonrió.

— No creo que eso sea posible ¡Nos vemos!— Comenzó a caminar y yo la tomé del brazo.— Que insistente eres viajero.

— Se que no soy la persona que quiere ver ahora mismo pero necesito que ella me ayude a salvar a Sumeru de una persona que dejará un desastre en este lugar.— Ella entendió a lo que me refería.— Por favor, ayudame.

Ella suspiró.—No prometo nada acerca de como Kairi reaccione al verlos y muchos menos si accederá a hablar con ustedes.— Botó el cuenco de la manzana.—Pero no pierdes nada si lo intentas.

Nos llevó a una casa que era bastante bonita por fuera y ella nos miró complicada de su decisión.

—Yo los dejo hasta aquí.— La chica me tomó de las manos y se acercó mucho a mi cara.— Por favor, no se rindan al primer no de Kairi, ella está muy sensible por lo que ha vivido durante este tiempo pero tampoco la lleven al límite o se saldrá de control.

— Está bien.— Ella suspiró aliviada.

— Debo irme, tengo que hacer otras cosas.— La chica se fue en dirección a la ciudad.

—¿Crees que nos deje entrar?— Paimon estaba nerviosa, sabía lo que había en juego.

— Esperemos que sí, Kairi nos ayudará. Estoy seguro de ello.— Aunque estoy nervioso por su reacción.

Toqué la puerta, ahora solo queda esperar a que nos deje entrar.

Escuchamos la puerta abrirse y nos asomamos a ver quién era y gracias a los dioses era Kairi.

—¿Aether?¿Que quieres?— No se veía molesta pero tampoco tan feliz por verme.— Pasen, no es muy seguro que te vean merodeando por mi hogar.

Entramos a la casa y nos quedamos mirando a Kairi mientras que ella cerraba la puerta.

—Kairi necesito que me ayudes.— Kairi desvío la mirada. Ya debe saber a que vinimos.— Tu ayuda podría ser clave en esto.

Ella no respondía ante mis palabras y solo veía como se tensaba cada vez más.

—¡Porfavor Kairi, debemos detener a Scaramouche y a Dottore!— Paimon le gritó.

Kairi se puso nerviosa y suspiró.— Tomen asiento en el sofá, ya vengo.

Kairi desapareció de nuestra vista, yo y Paimon nos sentamos en donde ella indicó.

—¡Aún no creo que una chica como Kairi estuvo con el idiota de Scaramouche!— Paimon murmuró.

El Sexto Herlado de los FatuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora