§ Pensé §

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° Plan perfecto °

-¿Ella se encuentra bien?-hice una mueca de disgusto-Sé que estuve mal, pero necesito verla.

Negué con la cabeza y me levanté del frío suelo para dirigirme al baño. Él siguiéndome con la mirada pero con la tristeza en sus ojos.

-¿Qué esperabas?, es obvio que la lastimaste, Keisuke-suspiró caminando hacia la salida-ella duerme. Anoche se la pasó llorando a mares.

-Me alegro de que esté descansando-soltó sin girarse.

-Espero que la decisión que tomaste tenga una buena explicación.

-Lo sé, sólo la quería ver una última vez.

Asentí señalando el interior del pasillo y dejando en claro que solo unos minutos podía tardarse.

Tan imbécil.

Comencé a reparar una moto del taller, por lo que me entretuve un poco escuchando música.

Narra Keisuke.

La habitación estaba oscura, la ventana abierta dejando entrar el aire fresco que el ambiente necesitaba.

Ella salió de la ducha, su largo cabello negro cayendo en su espalda como un mar negro. Sus enormes ojos brillaban bajo la luz de la luna.

Notó mi presencia y se asustó tomando la toalla en sus manos.

-¡Draken! ¡Draken!-gritó retrocediendo, sus manos temblaban y sus ojos soltaban lágrimas.

Me sentí un idiota.

No la merecía. Jamás lo hice. Debería dejarla y marcharme.

-Sólo venía a despedirme-frunció el ceño-estuve mal, pero no dejaré de amarte y lo sabes.

Su respiración se calmó. Pero aún temblaba de pies a cabeza. Cerró la ventana y encendió la luz para poder verme.

-Bien, ahora vete-pronunció con calma.

Me estaba matando su forma de mirarme. El desprecio hacia el ambiente más tenso.

-Me iré pero necesito algo-me vió sin interés, su mirada neutra demostraba lo mal que la estaba pasando.

-¿Qué?.

Sonreí levemente-dime, ¿me amas?

Sus ojos brillaron. Las lágrimas descendieron y el llanto llenó mis oídos, calló de rodillas poniendo las manos en el suelo con la cabeza gacha y sollozando fuerte.

Todo es mi culpa.

-¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!-la sorpresa me invadió, por un momento pensé que era mentira.

Pero no. Por supuesto que era verdad, la había hecho añicos, la había lastimado demasiado.

-Sayuri yo...-su llanto se hizo más fuerte.

-¡Cállate! ¡Cállate!-gritó enfurecida.
-¡Lárgate no te quiero volver a ver!.

Draken entró al escuchar sus gritos y me vio con desaprobación. Me sacó a la fuerza y al estar fuera me llevé unos buenos golpes por parte suyo.

Efímero {Baji Keisuke X Tú}. Completa✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora