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Su vida no podría ser peor, era un quirkless inservible que no aportaba nada a la sociedad. Era un estorbo, sus ganas de vivir se habían ido hace mucho, pero nunca sus esperanzas de cumplir sus sueños, era horrible sentirse así. Este estaba en su último semestre de universidad, su carrera de literatura había sido todo un éxito, algunas editoriales estaban interesados en sus novelas de destinó incierto, desde un punto de vista eso era bueno, pero ese nunca fue su sueño principal.

Después de todo él no nació para triunfar. Su camino se hacía más lento mientras avanzaban en la oscuridad de las calles, solo la luz plateada de la luna iluminaba su camino de regreso a casa, sí es que se le podía decir así aquel lugar, estaba cansado, había faltado al trabajo, seguro su jefe lo insultara de peor manera y posiblemente le castigará recordándole el sueldo. Su cabeza sólo dolía de al pensar de esa manera.

Al llegar al pasillo frío que daba la entrada a su pequeño departamento vio a una mujer parada enfrenté de este.

-¡Bakugou, por fin llegas!, ahora que estas aquí, solo quiero decirte que tienes solo tres semanas para pagar los cinco meses que tienes atrasados, si no cumples con tu pago lamento decirte que vas a tener que desalojar ¿Entiendes?

-¿¡Tres semanas!?, por favor se lo pido, deme dos meses para que pueda reunir el dinero. Escúcheme, tuve que pagar el último semestre de universidad y no tengo dinero, además no tengo a nadie que me pueda ayudar, por favor entiéndame.

Bakugou estaba casi llorando, no sabía que hacer, sus manos empezaron a temblar debido al estrés y ansiedad provocado en todo el día.

-Bakugou... Me temo que no puedo darte más tiempo.

-¡Por favor!, se lo pido, dos meses, solo dos, son los que necesito para volver a recuperar todo el dinero.

La mujer lo miró con melancolía, ella sabía que Bakugou no era como los otros omegas que había conocido, él era diferente, luchaba para salir adelante, y no esperar a que llegará un alfa para abrirle la piernas y que mantenga por el resto de su vida.

-Está bien Bakugou, te tengo demasiado apreció para dejarte en la calle así como así. Pero eso sí ¡Te dio solo dos meses más para que me pagues todo!

-Gracias en serio, se lo agradezco mucho.

-Está bien Bakugou, nos vemos en dos meses.

La mujer se retiró, Bakugou solo miró como su cuerpo temblaba, se sentía débil había gastado toda su energía, estaba agotado físicamente al igual que mentalmente, abrió la puerta y la bisagra hizo un sonido terrible al no estar engrasada.

-Otro día superado al máximo.

Sé dijo así mismo con total sarcasmo, vio como en la mesa estaba el envase de las pastillas para la ansiedad.

Estaba apuntó de tomarlas, pero se detuvo, se prometió así mismo que no las volvería a tomar, pero la ansiedad lo estaba consumiendo poco a poco, se agarró la mano y la hundió contra su pecho mientras sus ojos saltaban lágrimas llenas de amargura.

Se hizo bolita en el suelo frío cerrado los ojos con fuerza evitando ver las pastillas, era un tentación terrible. Su cuerpo solo temblaba levemente, su caballo cenizo brillaba con la poca luz de luna que se posaba sobre él.

Estaba más que cansado, hasta que unos fuertes sonidos de explosiones llegaron hasta sus oído, los sonidos se hicieron cada vez más y más fuertes, un horrible calor abrasador lo envolvió y solo escucho un molestó pitido en sus oídos.

Solo podía escuchar como había gritos desesperados a su alrededor y otros eran desgarradores, pero aún así no pida abrir los ojos, olía como las feromonas desesperadas rodeaban el ambiente, sintió como una fuerza ajena a la suya lo levantaba.

Con las pocas fuerzas que le quedaba abrió los ojos lentamente, encontrándose con unos que parecían unas bellas gemas de color esmeralda, fue entonces cuándo sintió que su consciencia se fue.

Sueño frustrado [DekuBaku] -Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora