10 - Visita inesperada

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Escuchó un ruido, entreabrió los ojos, aún era de noche por la oscuridad reinante, posiblemente se había quedado dormida sin darse cuenta. Cerró los ojos y se acurrucó nuevamente cuando sintió algo extraño, una mano estaba acariciando su cabeza. Entonces el ruido de antes posiblemente había sido Bethel entrando a su habitación, se sentía adormecida y pretendía seguir así hasta volver a conciliar el sueño por lo que dejó que las caricias continuaran pretendiendo que estaba profundamente dormida.

Ya casi volvía a caer en el mundo de los sueños cuando sintió que la mano se deslizaba hacia su frente y un dedo acariciaba su nariz hasta llegar a sus labios. Un sentimiento de terror la inundó de repente, no era Bethel, era alguien más. Trató de mantener su respiración pausada para simular que seguía durmiendo, bajo ningún concepto podía abrir los ojos pues no sabía las intenciones del intruso. Rozó sus labios con delicadeza, al parecer disfrutando el contacto con su piel. Pasó a su mejilla y luego se deslizó lentamente por su cuello. Aylah pudo sentir como se le ponían los pelos de punta, quería gritar, pedir ayuda pero no sabía que podía pasar si se movía.

Su nivel de pánico iba en ascenso a medida que la mano seguía bajando. Una intensa sensación de asco la inundó, ¿Quién diablos sería capaz de hacerle algo como esto a ella mientras dormía? Fue entonces cuando un leve olor a limón tocó su nariz y pudo sentir un cálido aliento en su mejilla mientras una voz conocida hablaba cerca de su oído.

- No imaginas cuanto llevo esperando para estar a solas contigo, mi pequeño tesoro – dijo Ellies con una suavidad espeluznante

Una sensación de terror inundó su cuerpo, Ellies era un pervertido, un maldito desgraciado que se estaba aprovechando de ella mientras dormía. Tal vez esta no era la primera vez que este ser despreciable se acercaba a ella de esta manera. Su primo no le había causado una buena impresión antes, pero ahora lo había confirmado él era un peligro para ella.

- Pronto acabaré con tu compromiso con ese maldito bastardo y entonces seras solo mía – susurro con una malévola pero dulce voz

Pudo sentir como la respiración de Ellies bajaba por su cuello mientras su mano ahora avanzaba por el centro de su pecho y llegaba a su estómago donde comenzó a trazar suaves círculos con la punta de sus dedos. Aunque tenía su bata de dormir puesta y estaba cubierta con una sábana, podía sentir cada toque como si estuviera desnuda, como si estuviera haciendo contacto directamente con su piel. "¿Acaso iría aun mas allá?" pensó horrorizada viendo el curso de la situación actual. La mano de Ellies detuvo sus caricias tan de repente como había comenzado. Sintió como la sabana que la cubría era acomodada, arropándola con suavidad y un desagradable beso era estampado en su frente.

Aylah escuchó un suspiro mientras unos pasos se alejaban de la cama y la puerta se abría y se cerraba. Era incapaz de moverse, aún estaba aterrorizada, cuando al cabo de unos minutos escuchó que la puerta se abría nuevamente.

- Aún esta dormida – escuchó que Bethel decía con dulzura

Como si hubiera sonado una alarma Aylah se sentó en la cama mirando con angustia hacia la puerta mientras la sirvienta ahogaba un grito por la sorpresa. Respiraba entrecortadamente como si recién su cuerpo estuviera reaccionando ante el peligro al que había sido expuesta. Podía sentir las gotas de sudor frío en su cara, incluso como la bata de dormir se había pegado de manera desagradable en su espalda también empapada de sudor. Bethel la miraba sin comprender su reacción.

- ¿Qué pasa? – preguntó preocupada

Aylahnegó con la cabeza aun aterrorizada, esto se estaba convirtiendo en unapesadilla de la que quería despertar ya. Ellies iba a hacer algo para romper sucompromiso con Kadir. Si lo lograba estaría atrapada en este lugar sin ningunaposibilidad de escapar, estaría a merced de su primo. Se agarró la cabeza conlas manos mientras unas lágrimas involuntarias comenzaban a brotar, ante lavergüenza y la frustración por ser tan débil y no poder hacer nada al respecto.Quería huir, debía irse de aquí, lo mas lejos posible. Pero con este cuerpo yla falta de conocimiento sobre este mundo no llegaría a ninguna parte. Hundióla cabeza en sus rodillas y sollozó descontroladamente, al parecer toda latensión que tenia acumulada por tener que actuar todo el tiempo desde que habíadespertado estaba estallando ante la situación en la que se encontraba. Bethella abrazó con fuerza y comenzó a darle suaves palmadas en la espalda para quese calmara mientras ella lloraba como una niña asustada.

- ¿Qué tienes pequeña? – le preguntó con una dulzura maternal

- Solo... fue una pesadilla – dijo entre lágrimas mientras hundía su cara en el pecho de su nana, no podía mirarla a la cara, se iba a sentir aún peor de mentirle viéndola a los ojos

- Está bien, ya pasó – le dijo con voz suave mientras acariciaba su espalda

- Eso espero – susurró Aylah mientras una desagradable sensación en su interior le indicaba que esto recién estaba comenzando




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Muchísimas gracias por leer hasta aquí!!!

Espero que lo estén disfrutando tanto como yo estoy disfrutando al escribir!!!

Trataré de actualizar al menos una vez por semana. Comenten para saber que piensan hasta ahora de la historia. Es la primera vez que publico así que me encantaría saber sus opiniones. No olviden seguirme para que puedan saber cuando las actualizaciones están disponibles. Gracias de nuevo!!!

Destinada a renacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora