Lucy | Harlivy

Capítulo 7: Luchar y huir

Harley e Ivy se miraron, sabiendo que esta sería la prueba más difícil que enfrentarían. Pero estaban decididas a luchar por su hija y a demostrar que el amor de una madre es más fuerte que cualquier obstáculo.

La batalla se desató en una danza caótica de golpes, poderes y estrategias. Harley lanzaba golpes certeros con su mazo, mientras Ivy utilizaba sus habilidades naturales para controlar la vegetación a su alrededor, envolviendo a sus enemigos en enredaderas que los inmovilizaban.

A pesar de la ferocidad de la lucha, Harley e Ivy nunca perdieron de vista su objetivo principal: rescatar a Lucy. Trabajaron en perfecta sincronía, cubriéndose mutuamente y enfrentando a sus adversarios con astucia y determinación.

Finalmente, lograron derrotar a la Reina de las Fábulas y a Kite-Man, dejándolos atados y sin posibilidad de hacer más daño, o bueno, eso es lo que creían y deseaban creer.

El último desafío era enfrentar al Joker, quien se mostraba desquiciado y desesperado.

—¡No permitiré que me arrebaten a mi fábula! —rugió Joker, con una mirada enloquecida.

Con valentía, Harley e Ivy se acercaron al Joker, enfrentando su locura con calma y determinación.

—Lucy es nuestra hija, no una fábula. No permitiremos que sigas causando dolor y destrucción —declaró Ivy, su voz llena de firmeza.

El Joker rio histéricamente. Sabía que su batalla final se acercaba, y estaba dispuesto a hacer todo lo posible para mantener a Lucy bajo su control.

—¿Creen que pueden vencerme? ¡Yo soy el Joker, el agente del caos! —exclamó, su risa resonaba por toda la guarida.

Harley e Ivy intercambiaron una mirada determinada y se acercaron lentamente al Joker. Con cada paso, su determinación se fortalecía y su amor por Lucy los guiaba.

—No permitiremos que lastimes a nuestra hija ni a nadie más. Tu tiempo de terror ha llegado a su fin, Joker —declaró Ivy, su voz estaba llena de serenidad y fuerza.

El Joker lanzó una serie de trampas y ataques impredecibles, intentando confundir y debilitar a las madres valientes. Pero ellas estaban preparadas. Utilizaron su astucia y habilidades combinadas para esquivar los golpes y contrarrestar sus estrategias.

La lucha fue épica y desgarradora. Harley y Ivy se enfrentaron al Joker con todas sus fuerzas, sin dar tregua. Harley manejaba su mazo con destreza, lanzando golpes precisos y poderosos, mientras Ivy usaba su conexión con la naturaleza para crear obstáculos y defenderse de los ataques del Joker.

A medida que la batalla avanzaba, el Joker se volvía más desesperado y desquiciado. Lanzaba comentarios crueles y se burlaba de las madres valientes, intentando debilitar su determinación.

—¡Son unas patéticas! ¿Creen que pueden vencerme? No saben nada del verdadero caos y el poder del miedo —gritó el Joker, su risa maníaca llenaba por completo el lugar donde estaban.

Pero Harley e Ivy no se dejaron influenciar por sus palabras. Se mantuvieron firmes, recordando el amor y la protección que sentían por Lucy. Juntas, eran una fuerza imparable.

Con cada golpe y cada estrategia, Harley e Ivy se acercaban cada vez más a la victoria. Sabían que tenían que poner fin al reinado de terror del Joker para asegurar un futuro seguro para su hija.

Finalmente, en un último esfuerzo conjunto, Harley e Ivy lograron someter al Joker. Lo dejaron atado y sin posibilidad de hacer más daño. La guarida quedó en silencio, solo interrumpido por los suspiros agitados de las madres valientes.

Se miraron el uno al otro, agotadas pero llenas de triunfo. Su hija estaba a salvo y habían demostrado su fuerza y valentía en la batalla contra el mal.