⏳VEINTE⏳

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Jimin se subió a su camioneta acompañado de Jungkook. La cena estuvo bien y ambos salieron contentos en medio de carcajadas por recordar la anécdota de Richard donde un grupo de perros lo correteó por aproximadamente cinco cuadras en un barrio pobre en algún pueblo del sur de México, cuando anduvo viajando por aquellas tierras de comida deliciosa y gente amable.

Tomaron camino con Enemy de The Weeknd sonando de fondo. Jungkook cantaba en voz queda mientras Jimin conducía bajo el cielo estrellado que esa noche les ofrecía.

—¿Cómo te sentiste? —preguntó Jimin—. ¿Ya viste que mis amigos no muerden? —los dos sonrieron; Jimin viendo hacia la carretera y Jungkook por la ventana.

—Me la pasé muy bien, gracias por la invitación.

—Quiero preguntarte una cosa —tanteó el pelinaranja—, pero no quiero que te sientas incómodo ni nada así, es solo que tengo la duda.

—Dime —dijo Jungkook, imaginando por dónde iba la cosa.

—Taehyung… —dudó por un momento, pero la mirada de Jungkook invitándole a seguir surtió efecto—… ¿él te hace sentir incómodo o algo así?

Jimin conocía Tae y sabía que era un jodido idiota a veces, pero era un buen chico. Uno que tenía un aparente flechazo por su joven practicante de gastronomía.

—Sé que puede ser un tonto a veces pero quiero que sepas que no es un mal tipo, es solo que no tiene filtro alguno para decir las cosas —continuó Jimin—. Solo quiero que sepas que si te molestan los cumplidos que lanza al aire, pero sabemos son para ti, puedo hablar con él para que deje de hacerlo.

—No te preocupes, Jimin. Al principio me incomodaba un poco pero ya me he acostumbrado. Además… —sonrió embobado y Jimin supo cuál era el nombre que iba a salir de su boca—… yo solo tengo ojos para Nina.

Jimin sonrió en grande al ver que por fin esos dos pudieron sincerarse sobre sus sentimientos. Hacían una linda pareja y el apreciaba mucho a Nina, así como a Jungkook, y sabía que juntos podían ser felices.

—¡Dios, pensé que nunca pasaría! —dijo emocionado. Jungkook lo vio de forma acusatoria.

—¿Tu lo sabías? ¿Sabías que Nina sentía algo por mi? —el mayor sonrió girando su vista para verlo por unos segundos antes de volver la vista hacia el camino—. ¡No puedo creerlo! ¡No me lo dijiste!

—No era asunto mío —se defendió—, tu debías darte cuenta por ti mismo. Además todo era muy obvio, Kook. Al parecer solo tú no te dabas cuenta.

En medio de esa charla llegaron a la villa. Jimin estacionó la camioneta delante de la puerta para que Jungkook se fuera en ella a casa y pudiera ir temprano a la universidad para así llegar a tiempo para ayudar a su chef por la tarde.

—¿De quién es ese auto? —preguntó el menor al ver el auto estacionado detrás de la camioneta. Logró ver dos personas fuera platicando y fumándose un cigarrillo.

—Parecen ser los huéspedes que llegaron recientemente —respondió Jimin reconociendo a Hoseok y viéndolo ingresar a la villa en medio de bostezos. Desabrochó el cinturón de seguridad y apagó el motor para bajar de la unidad.

—Oh, parecen mafiosos —fue la respuesta de Jungkook que también abrió la puerta para bajar.

Jimin se bajó de la camioneta en medio de risas por el comentario de su amigo. Rodeó la camioneta y le dio a Kook las llaves haciendo ruido con estas al moverlas frente a él y diciéndole que tuviera cuidado en el camino y esperaba a verlo al día siguiente por la tarde.

—Tranquilo —sonrió Jungkook—, tu bebé estará bien —el mayor sonrió y le dio una palmada en el hombro.

—Ya vete —le dijo, provocando una risa en Jungkook que se dirigía al volante. Encendió la camioneta y se marchó despidiéndose de su jefe y amigo con un movimiento de manos.

Después De Ti [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora