—¿Vieron eso?
—Si, Ojou-sama está de buen humor hoy...
El salón de primer año del departamento de arte se encontraba mirando a la mujer de cabello corto, que extrañamente portaba una suave sonrisa en su rostro. Por otro lado, ajena a las miradas de sus compañeros, Ji-Seok se encontraba en un estado de emocion y confusión. Si bien logro realizar una cita con aquel tierno enano, se le hacía confuso el que la chica que defendió se les uniese.
La salida al Mall había transcurrido normal, un poco cliché el visitar un par de tiendas, observó con cautela el comportamiento de la otra femina. Al principio lo entrelazó con un posible flechazo a su enano, cosa que de alguna manera la endureció, no obstante ese pensamiento cambio al ver que en más de una ocasión Choi Bomi intento tener un beso indirecto con ella, junto al hecho de que quiso verla sin ropa interior cuando fueron a los probadores.
No sabía que pensar y eso le comenzó a molestar, cosa que se demostró en su semblante obligando a los presentes a alejarse.
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—¿¡Q-Q-Quieres que haga que...!?
—Solo es un toque nada más, no seas un puberto.
'Es el único hombre que puedo pedirle esto. Se que es más inteligente que el resto y no se dejara llevar por las hormonas...'
Esta extraña inseguridad brotó luego de que escuchara una conversación, sobre la calidad de los senos, de un grupo de chicas. Una muy pequeña parte de ella no quería decepcionar al enano que llamo su atención, maldecía aquella extraña voz que siempre le susurraba en el oído.
Jace Park aparto la mirada sonrojado, habría sido un día normal si la mujer frente a él no le estuviese pidiendo que comprobará la calidad de sus senos, como si él fuese un experto o algo por el estilo.
'¡No se si es una bendición o una maldición!
—Oi, no tengo todo el tiempo, apresurate.
Sin querer más drama, Ji-Seok guío las manos más grandes a sus senos. El rostro del futuro arquitecto explotó en un rojo intenso, fue tanta la presión que la sangre de su cabeza se filtró a través de su nariz. Aún así no movió sus manos del calido y blando lugar, en una descarga de adrenalina llegó incluso a apretarlos por unos momentos.
—¿Y? ¿Como son?
—P-Perfectos...
'No solo la forma y el tamaño son increíbles, ¡la firmeza y la moldeabilidad también lo son! Es increible como se sienten'
Despertó de su ensoñación al ver la mirada burlesca de la más baja.
—B-Bueno, si no necesita nada más me retiro...¡Y no le digas a nadie sobre esto!
Ambos se fueron por caminos distintos sin saber que alguien los había estado observando.
—...
Jay no supo cómo reaccionar ante lo presenciado. Había ido a los baños del departamento de arte pues los demás estaban ocupados, fue ahí que fue testigo de la extraña escena. No sabía si decirle a Daniel o no, parecía tan enamorado de la Woo que temía que este suceso fuera a afectarlo.
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—¡Ji-Seok, Hola!
La nombrada no volteo y siguió caminando, estaba claro que sus intenciones eran ignorar por completo la presencia de la castaña.
—¿No contestarás, Ji-Seok?
—No es obligatorio hacerlo.
Tanto Bomi como Hobin miraron por última vez a la desconocida que se encontraba reteniendo al muchacho que la acompañaba. Sin que lo admitieran en voz alta, se alegraban que la mujer centrará su atención únicamente en ellos, los hacía sentir especiales.
—Rapido, Bomi tiene hora límite y no estoy para lidiar con padres furiosos.
—¡No lo digas así! Mi padre no es tan malo.
El puchero fue totalmente ignorado por Woo al sentir como el chico a su lado hacia un esfuerzo por intentar que sus manos se tomarán. La de ojos azules sonrió de lado al ver que todo lo que hacía parecía fallar.
—Bien, llegamos. Nos vemos.
Cuando llegaron a la puerta de la residencia fueron recibidos rápidamente por el jefe de hogar. Para no alargar la despedida y que la castaña no volviera a deslizar sus manos donde no deberían, Ji-Seok le dio un veloz saludo con la mano y se llevó a rastras al más bajo.
—...S-Seok- Unnie.
—¿Hm?
—Entre Bomi y yo...¿Quien te agrada más?
Hobin bajo la mirada avergonzado, se reprendió por hacer una pregunta que ya sabía su respuesta, después de todo ¿Quien lo elegiría a él? Era bajo y flacucho, no tenía músculos y su rostro no tenía ni un a piste de atractivo.
—Pregunta weona...es obvio que a ti.
Las finas cejas de la fémina se fruncieron al notar como su acompañante pasaba totalmente de ella. Tomando acción de inmediato, llevo al delgado muchacho hacia un callejón desolado.
—¡S-S-Seo-!
El choque de ambos labios era lo único que se podía escuchar en el oscuro lugar. Esa noche el joven Yoo comprobó de primera mano que a Woo Ji-Seok no se le cuestiona ni se le ignora.
A la mañana siguiente intento inútilmente de ocultar aquellas marcas de pasión y posesión que su increíble novia le había echo. Sobretodo la que descansaba visiblemente en su nuca.
—Oye, Maestro. ¿Que es lo que tienes en el cuello?
—N-Nada.
—¡Hobin!¡Bastardo! ¿¡Tienes novia!?
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—Ponme un dedo encima y pierdes los brazos bastardo.
—P-Pero el chequeo...
Para Ji-Seok un retiro al bosque era una pérdida de tiempo, especialmente si no los dejaban aventurarse a lo profundo de este. Odio el viaje en bus, sus compañeros no paraban de cantar idioteces, a excepción de la vez que cantaron el opening de Evangelion, y odio aún más que revisaran sus pertenencias, ni en su antigua vida ni en esta permitiría que un completo y espeluznante extraño pusiera un solo dedo en su cuerpo.
—Me importa un carajo, a mi no me tocas.
Levantó sus pertenencias y se alejó del supervisor que le daba una muy mala espina. Puede que supiera muy poco de Corea del Sur, pero lo poco que sabía la había ayudado a sobrevivir, la sociedad coreana era aterradora especialmente con las apariencias, nunca sabrías con quién estabas hablando realmente.
Al entrar al edificio no tardó en sacar su celular de su brasier deportivo y marcar rápidamente a su "padre", comunicándole su incomodidad y pidiéndole que mandara una patrulla al recinto. Del otro lado de la línea un hombre corpulento, de ojos negros y un aura intimidante, entraba completamente en el estereotipo de ganster, se encontraba llorando de la emoción a la vez que le respondía con una voz grave y firme a su única hija. Su secretario no podía evitar querer soltar una carcajada ante la escena, aún que se encontraba igualmente sorprendido por la petición y tono de su joven maestra, había pasado de ser alguien indiferente y rebelde con sus padres a ser alguien completamente pendiente de ellos, se preocupaba y llamaba tres veces al día, les enviaba pequeños postres y una que otra foto de lo que veía o encontraba gracioso.
—La joven dama, es alguien completamente diferente a lo que era antes.
—Si...Hyuk manda dos patrullas al lugar de retiro de la escuela de mi hija. Algo no me sienta bien de ese lugar.
—De inmediato, señor.
Antes de irse fue detenido por el hombre, quien le mostró una foto de la joven maestra arriba de una canoa, sonreía a la par que mostraba un signo de paz con las manos y abrazaba con un solo brazo a un hombre rechoncho y de vestimentas verdes.
—¡Mi hija es tan adorable!
—¡La señorita se ve tan genial con esa sonrisa!
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Indiferente [Lookism]
Fiksi Penggemar-Esto no puede ser verdad. [★★★★★★★★] ↑Por favor, deja que nuestros cuerpos sean uno solo. ↓ No, gracias. Eso suena doloroso y tétrico. → No dejes que la calentura baje, no puedes hacerla subir si no la ayudarás a bajar. ↓ De partida, deja de perseg...