Capítulo 41

3.7K 363 19
                                    

Lizzie

El amanecer llegó más rápido de lo que mis extenuantes pensamientos podrían llegar a un solo acuerdo durante toda la noche, a pesar de ello, no hubo tanto cambio en el rumbo de las cosas. Todo era como si siguiera un transcurso normal y para mí ese término "normal" no era fácil de asimilar, no ahora que las cosas con cierto ser escamoso y alienígena se volvieron un "todo" muy complicado después de que hizo aquello y que yo también lo hiciera, y luego nos dijimos eso... y ahora quisiera matarlo o matarme a mí quizás para solucionar de una vez por todas cualquier pleito interno mío.

Es difícil definir lo que siento, hay muchas ramas por las qué irse. Pero, como dije, el rumbo de las cosas sigue normal y nosotros ahora estamos moviéndonos para ir directo a un alienígena con bastante poder que dirige un reino entero que no sabemos qué querrán de nosotros exactamente. Probablemente decida cenarnos y no sé por qué no tenemos ese temor de lo que puede ser tan palpable en el ambiente o tal vez sí. Creo que estamos más concentrados en nuestros propios problemas existenciales que en nuestro propio riesgo de perder la vida, sea eso positivo o no, está ayudando a no morir de miedo con cada paso avanzado hacia el Oeste.

Fue fácil notar en plena luz del día que Gwen estaba con los ojos demasiado enrojecidos y eso era muestra de que había llorado bastante la noche anterior, pero sé que necesitaba desahogarse un poco tras lo visto en ese lugar que, aunque no tenga la menor idea de cómo eran esas ilusiones, está más que claro que fue un momento horrible para ella. Me alegra que esté así, más calmada, agotada por tanto llanto, pero en "paz" al tener un peso menos con el cual cargar, ya que eso significa que se abrió en algún tema demasiado sensible con Kaie y todos necesitamos ser escuchados por alguien por más que no lo consideremos importante.

Ambos se veían tan amorosos como siempre, pero desprendían una confidencialidad distinta cada que sus ojos se encontraban. Exactamente por ese ambiente que se traían, era fácil deducir lo que había pasado y no quiero hacer de mal tercio esta vez, necesitan su momento y no quiero quitárselos. Cuando vi a Dave con Rheia pasó lo mismo, él ya se mostraba menos rígido en sus brazos volviendo a ser el mismo bromista y cacatúa parlante de siempre con esa linda Naga y tampoco quería interrumpir lo que sea que esté logrando ese idiota.

Verlos a ellos de esa forma me hacía recordar que mis traicioneros sentimientos ganaron ante todo pronóstico lo que traté de ignorar, lo que odié, lo que se volvió una confusión y lo que explotó en pasión hace tan solo horas atrás y acapararon todo espacio existente dentro de mi cabeza.

¿Hola? ¿Hay alguien ahí dentro a parte de la cara sonriente de Drix y cómo se siente estar entre un árbol y su tacto demandantemente frío, caliente y áspero?

¿No?

Pues la respuesta es un muy fuerte no y que la verdad estoy muy a gusto recordando todo eso, pero luego llega el golpe de consciencia que me ha salvado de salir dañada de cualquier relación a lo largo de todo este tiempo y no puedo evitar sentirme extraña y nerviosa... perdida, un poco. Las palabras de Dave tampoco ayudaban sin salirse de mi cabeza con las malditas cebollas que somos ese Naga y yo, pero al fin y al cabo somos del mismo saco.

Veo más adelante ir al culpable de todo este revoloteo de mariposas en el estómago con solo encontrarlo así sin más, no me gusta y me gusta un poco esta nueva sensación. No me entiendo ni a mí misma así que no puedo pedir mucho sobre entenderlo a él. No hemos tenido tiempo para hablar siquiera, ha estado al lado de su madre y reina desde temprano y de rato en ratos iba dando algunas órdenes a los cazadores que los acompañaban más cerca, los cuales no tardaron en acercarnos agua o algunos frutos a los tres.

Su mirada era algo fácil de distinguir cuando estaba sobre mí algunas veces y el recuerdo de lo sucedido me hacía poner tensa y tal vez algo cachonda, lo peor es que tengo la ligera sospecha de que él puede saberlo con esos profundos ojos como el mar que se quedaban en mí por tan corto tiempo que simulaba ser todo lo contrario. Inexpresivo como siempre, pero con un ligero brillo en su azul, igual al que me enseñó al reír de verdad por primera vez frente a mí.

Renacidos en OrloxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora