289 26 0
                                    

Roto. 

Big se siente roto. Tiene el corazón partido en dos, los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, está de pie en medio de la habitación de Kinn, frente suyo un espejo en el que se refleja su deplorable aspecto. 

"Big." 

La voz de Theerapanyakul se escucha por lo alto y el guardaespaldas se pone rápidamente la bata baño. Se limpia rápidamente las lágrimas que bajan por sus mejillas. 

"¿Estás listo? Tenemos que desayunar con mi padre." 

"Solo debo vestirme." 

Kinn observa cómo su esposo corre al vestidor. Cada día lo ve más delgado, más pálido y perdió esa ferocidad que tenía cuando era su jefe de seguridad. Hubo un tiempo en que Big estaba enamorado, un tiempo en el que Kinn creyó que podrían hacerlo funcionar. 

El líder espera paciente sobre la cama, no pasan ni diez minutos cuando Big se une de nuevo a él, lleva un traje azul suave, ha utilizado maquillaje para cubrir las ojeras y darle un brillo a sus labios secos. 

"Estoy listo." 

La pareja sale de las habitaciones con dos guardias detrás, uno de ellos es una nueva adición al equipo de Kinn y el otro es Porsche. Big se muerde la lengua con fuerza, porque por supuesto que es Porsche, siempre será Porsche. Ha sido Porsche desde que llegó al complejo después de que ayudó a Kinn. 

Se unen a Korn para el desayuno, empieza bien. Los dos Theerapanyakul discuten sobre negocios y Big se dedica a guardar silencio y jugar con su fruta, eso hasta que Korn cree que es momento de prestar atención al esposo de su hijo. 

"Big, hijo. ¿Cómo has estado?" 

"Estoy bien, Khun Korn." 

"¿La vida matrimonial?" 

Big lo mira directo a los ojos, puedo ver la maldad en ese anciano. 

"Va bien, somos felices. Estamos agradecidos por esta oportunidad que se nos dió." 

Kinn sabe que nadie en esa habitación cree esa mentira. Intenta intervenir, pero su padre se ríe amargamente y sabe que debe quedarse callado. No puede hacer nada para salvar a Big. 

"¿Por qué me mientes, Big?" 

"No le estoy mintiendo, Khun Korn. Y me gustaría poder retirarme, tengo un compromiso con la esposa del embajador de Corea." 

Se pone de pie y saca esa excusa. Ese es su papel como esposo de Kinn, es hacer política y asistir a reuniones sociales, verse bonito y hacer buena publicidad para la familia.

"Si sabes lo que te conviene vas a sentarte y vamos a fingir que creo que llevas un matrimonio feliz con Kinn. De lo contrario algunas personas van a sufrir las consecuencias y mi querido yerno no quiere eso, ¿Verdad?"

Khun Korn le da una sombría sonrisa de lado, mientras da breves miradas a Ken y Chan. Ambos instalados en una esquina cerca de Korn. El miedo recorre el cuerpo de Big, aprieta la mandíbula y obedece a su suegro, toma asiento, alcanza la mano de Kinn y muestra una amplia sonrisa que es falsa, por sus ojos están brillosos por las lágrimas que amenazan con salir. 

EL MALQUERIDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora