Capítulo XXVII -. Maiko. Parte I

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Itachi.

—¿Nosotros? —Deidara me sonríe incrédulo y cierra el libro tratando de llamar mi atención.

—Lo sé, es algo tonto pero yo... no lo sé, sólo estaba enamorado y ya.

—Bueno, podemos hacer eso. —su sonrisa se vuelve burlezca y vuelve a abrir el libro.

—¿Y cómo sabremos quién es el interés amoroso?

—No sé, pero Kurotsuchi me dijo que lo iba a encontrar rápido.

—¿Ella ya sabía de este libro?

—Al parecer. Estaba esculcando mis cosas cuando la encontré viendo que tengo eso, estaba riéndose y me dijo eso, pero no sé por qué.

—Uh... ¿bien?

—Tú serás la protagonista, o sea, ¿Maiko, según lo que parece? Sí, ella. Y yo veré mi papel luego.

—Bien. "Mi nombre es Maiko, y soy una mujer con futuro prometedor ya que mi padre es dueño de una empresa realmente famosa y millonaria". —río junto a Deidara ante ello.

—Entonces Maiko va hacia su casa y abre la puerta —cambia de página —, pero entonces se encuentra a un hombre en la sala de su casa junto a su padre.

—"¿Papá...?"

—"Hola, hija. Él será tu nuevo esposo, Kai. Nos ayudará mucho a conseguir prosperidad con nuestra vida, y es tu deber aceptar". —finge la voz en un tono más grave.

—"¿Quéééé? ¡Nisiquiera lo conozco!"

—"Haz esto por mí, por nosotros, por al familia. Deben tener hijos lo antes posible."

—¿Qué? —río.

—No lo sé, sólo dice eso. En fin, creo que el interés romántico es éste de acá, ¿no? —apunta al dibujo del nuevo esposo de Maiko.

—Supongo.

—"Maiko, ésto también es muy rápido para mí, pero es necesario".

—"¿C-cómo puede serlo?".

—"Sólo sígueme el paso, ¿sí? Quisiera conocerte un poco. ¿Qué tal una cita?".

—"Está bien..."

—Y blah, blah —pasa algunas pocas páginas con rapidéz —, blah, tienen la cita y-

—¡Dei! ¿No era eso lo importante?

—Ah, sí. —vuelve a las páginas anteriores.

—"Es muy agradable estar contigo, Kai".

—"Lo mismo digo, no esperaría menos de una joven tan bella como tú".

—... —mis mejillas se sonrojan y Deidara besa una de ellas.

—También iba para ti. "Entre más rápido avancemos, más rápido saldremos de ésto, ¿entiendes lo que digo?"

—"No, ¿a qué te refieres?"

—Ja, ja. Entonces la jala del brazo —cambia de página —, ¿y se van a un cuarto de motel?

—¿Eh? —miro confundido.

—Entonces Kai... —me toma del mentón y me besa. Es algo lindo, no me lo esperaba pero no me disgusta. Veo de nuevo el libro y Maiko lo abraza, así que hago lo mismo y correspondió emocionado.

Deidara se separa para seguir leyendo, pero se aparta mucho para que no pueda leerlo, ¿qué le sucede?

Se cubre la boca y su rostro se pone algo rojo. Bueno, demasiado rojo.

—¿Dei?

—¿Vamos a hacer todo al pie de la letra...?

—¿Por qué lo preguntas?

—Mira. —me enseña las páginas siguientes. Son escenas algo... subidas de tono...

Me quedo sorprendido y mi rostro queda igual o más rojo que el suyo. —E-eh... no lo sé, somos demasiado jóvenes...

—Bien, no era necesario de todas formas y-

—Aunque... ¿nunca has sentido curiosidad por probarlo...?

—... Claro que sí, pero...

—¿Y si...? —debo admitirlo, estoy muy tentado a hacerlo. Muy tentado. Lo recuesto sobre la cama y me encimo sobre él. Me mira curioso y algo sonriente, no sé qué es lo que quiere decir, ¿sí o no?

—¿Tú quieres intentarlo? —acaricia mi mejilla.

—Sólo si tú quieres. —le respondo con tranquilidad, pero al mismo tiempo nervios que me consumen. ¿Ésto está bien?

—Creo que iba algo así, ¿no? —me toma del cuello y me acerca hacia él hasta poder besarme.

No es extraño para mí besarlo, pero esta vez... se siente especial. Sigo su paso, cuando derrepente su mano se pasa por mi pecho haciéndome sentir un cosquilleo en la espalda que me hace arquearla, levantando mi pecho a lo alto. Quizá fue por lo inesperado, pero esa fue la reacción que provocó que tal vez hizo que quiera más.

No aguanto y sigo besándolo poniendo todo mi esmero. Deidara me pone debajo de él y sigue por mi cuello.

—A-ah... —se me escapa al sentir aquel estallido de sensaciones que ahora experimento.

Deidara se separa con rapidéz y cubre su rostro con ambas manos. Noto que tiembla mucho, está igual de apenado que yo, nunca creí que fuera a hacer algo así. Tal vez él tampoco creyó estar en esta situación.

—No tengo idea de cómo o hacer ésto... —río nervioso. Tomo el manga y lo abro en las páginas que Deidara había leído anteriormente —. Si quieres podemos tomar inspiración en el libro y-

—Suelta ese maldito libro... —murmura mientras toma mis brazos y los pone sobre la cama hacia arriba de mi cabeza. Toma el libro y lo deja en la mesa.

Ya no sé qué decir o qué hacer. Quiero dejarme llevar esta vez, me dejaré llevar esta vez.
Doy un suspiro y cuando menos me doy cuenta, Deidara está acariciando mi parte baja.

No quisiera ser el único que siente todo ésto, pero me paraliza tanto que me toque... Mi cuerpo, en un impulso por sentir el suyo, se acerca abrazándolo con mis piernas flaqueantes ante el placer.

Empiezo a bajarle la ropa, estoy desesperado por tenerlo. Él se sorprende, pero se dedica a quitar la mía también. Las caricias que pone al hacerlo... me vuelven más que loco en el proceso...

—¿D-debería m-métertela...? —dice con timidez, su voz temblorosa lo delata, nunca antes había hecho algo así y mucho menos conmigo.

—¿Y por qué debería dejar que seas tú quien la meta? —le digo con ligera molestia. Su sonrisa se amplía y me mira con picardía, ¿¡en qué estará pensando!?

—Porque soy tu novio.

—Y yo también soy tu novio.

—Tú eres Maiko.

—¡No soy Maiko!

—Vamos, Ita... ¿Me dejas hacerlo?

—... —sinceramente, no sé cómo negarme —. ¿Y-y si me duele mucho?

—Sólo confía en mí y ayúdame a dejarme llevar para poder estar de esta forma contigo... —susurra suavemente.

× ¡YO TAMBIÉN QUIERO! ×   [DEIITA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora