-¿Qué queréis hacer este verano?
Eran mis tíos los que preguntaban aunque nadie dijo nada ya que todos sabíamos que ya tenían planeado algo.
Así que fui yo la que me lancé a preguntar
-Bueno, así, directamente ¿Qué tenéis pensado?
Una amplia sonrisa iluminó la cara de mi tío. Se sacudió unos pelos de Boa, mi perra, y empezó a cantar.
Jacobo, mi primo, ya de los nervios, empezó a gritar.
-Bueno, y... ¡¿QUÉ DEMONIOS VAMOS A HACER?!
Todos reímos. Incluso Ignacio (mi hermano) y Flavia (mi prima) que estaban enfadados entre ellos.
Pero Jacobo seguía gritando desesperado.
-¡NOS VAMOS A PASAR AQUÍ TODO EL VERANO!
Mi tía, comprensiva, nos dijo que íbamos a ir a un sitio con mucha arena... playas... y que era una isla.
Ninguno adivinamos pese a muchos intentos. ¡Hay tantos sitios en el planeta!
Cuando mi madre nos dijo la respuesta no nos lo podíamos creer.
¡ÍBAMOS A CANARIAS!
Nos contó todo sobre el hotel. Era maravilloso. Tenia un río, suites, playas... De todo lo que uno pueda imaginar. Y lo mejor es que no era un sueño.
¡ERA REAL!
Todos fuimos corriendo a hacer las maletas.
Tenían que ser una por persona pero todos estábamos hsciendo dos.
¡Si seguíamos metiendo cosas en la maleta íbamos a ocupar todo el avión!
Al final fue mi padre el que puso orden.
-Bueno, antes de que sigáis con las maletas habéis de saber que solo iremos Maria (mi madre) y yo.
-¿Y eso?- Flavia se mostró fastidiada, como todos- ¿Por qué no van mis padres también?
-Tienen que atender la farmacia y a los abuelos. Has de entenderlo Fla...-dijo mi madre con su voz más dulce- Lo siento.
Todos estábamos tristes por no ir con mis tíos pero en seguida se nos pasó por el tener que repetir las maletas...
Pesaban demasiado.
Me estaba hartando de meter y sacar cosas de la maleta. Y de repetirla tantas veces. Ya llevaba cuatro.
-¡Qué estrés!
Flavia rió
-Meri, no te agobies. Pronto estaremos de vacaciones y no tendrás que hacer la maleta hasta que nos vayamos
-Eso, encima a repetirla para la vuelta... genial.
Esta vez reíamos las dos. De repente me paré a pensar.
Si no aprobaba los exámenes finales no podría ir y me pasaría el verano estudiando.
Metí todo lo que había encima de la cama en la maleta. Flavia me miró extrañada, pero pronto lo entendió así que hizo lo mismo y nos fuimos directas a incar los codos en los libros.
Los exámenes estaban cerca y yo no me podía concentrar de la emoción.
¿Qué podía pasar en Canarias?
Nada. Parecia un lugar tranquilo.
PARECÍA
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la confianza da asco
Teen FictionHola! me encanta que me estáis leyendo así que muchas gracias!! esta historia tardare un poco... siento las molestias. espero que os guste gracias mil ♡M♡