⌫ | ❝Lalisa Manoban era la típica chica popular de la escuela, atraía miradas, de las chicas e incluso chicos suspiraban a su lado❞
Kim Jennie era la nerd fea a la que nadie tomaba en cuenta.
Jennie era la chica con la que Lisa debía liarse para gan...
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Entre las cosas que hice antes de que se volvieran las dos de la tarde estaba fue ver a Momo para nada avergonzada de usar el traje de educación física para chicas, golpear a Rosé y hacer creer a los profesores que estaba poniendo atención a su clase.
La verdad estaba pensando en ella, en Jennie, había llegado a parecerme tierna cuando me pidió el labial y sonreía mostrando su sonrisa gomosa, también era divertido ver su nerviosismo en algunos temas, pero hasta ahí, no podía imaginarme teniendo sexo con ella y ella tampoco se veía como una chica fácil, lo que me alegró un poco. En realidad no podía imaginarla teniendo sexo con alguien ya sea una chica o un chico.
Lo que era frustrante porque se suponía que tenia que cumplir este reto, mierda, hasta Rosé estaba haciendo sus movimientos para conseguir las pruebas y Momo no se veía molesta al usar ropa de chico, de hecho hasta pude ver como Minnie coqueteaba con la profesora, lo que fue realmente asqueroso de ver, sólo Seulgi y yo nos estábamos quedando atrás. Por supuesto la que iba a perder era Seulgi todas los sabían, ella era demasiado buena para este mundo. Entré a la biblioteca y ella ya estaba ahí, pero no estaba sola, Kim Jisoo estaba con ella apretando sus mejillas.
Me acerqué despacio y saludé, Jennie sonrió y Jisoo me analizó de arriba abajo.
- ¿De dónde conoces a Lalisa? - ví a la más baja preguntarle a Jennie, se veía preocupada, como si yo fuera a hacerle algo malo.
- Jisoo no seas grosera - le dijo golpeando su brazo levemente, luego me miró.
- Siéntate Lisa, te presentó a Jisoo, mi prima.
Uff...
- Hola Jisoo, me encanta tu música, nunca había tenido la oportunidad de decirtelo - dije más relajada sentándome a lado de Jisoo y enfrente de Jennie.
- Oh, bueno, pues, gracias supongo - se levantó y revolvió el cabello de Jennie.
- Nos vemos prima, adiós Lalisa.
- Adiós, iré a verte el domingo - le dije, ella asintió y sonrió.
Luego sonreí viendo a Jennie acomodarse el cabello, mis manos se movieron solas sobre su cabello hasta dejarlo un poco alborotado.
- Se ve mejor así, no se ve tan formal.
Jennie sonrió dándome la razón.
- Sabe a fresa - dijo escondiendo su rostro tras el libro. - el labial.
Dum... dum... dum...
Mierda es linda.
- No es para comer - aclaré sin despegar la vista del libro que curiosamente estaba al revés pero no dije nada porque sabía que estaba avergonzada.
- Lo sé - aclaró. Después de un largo suspiró dijo: -¿Qué quieres estudiar hoy?
- Historia por favor, soy mala con las fechas.
- ¿Has intentado hacer una línea del tiempo? - negué.
- Bueno empecemos buscando los puntos más importantes, también puedes ver documentales en youtube.
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No sabía exactamente como terminamos aquí, pero me alegraba, porque ella estaba tomando en cuenta lo que le decía.
No despegó la vista de el pantalón de cuero en el maniquí, aunque habíamos comprado bastantes prendas.
- ¿Por qué no te lo pruebas?
- Mis padres me matarían si me ven usando eso.
- Puedes usarlo cuando sepas que no hay posibilidades de que ellos se enteren.
- Tampoco creó que se me vean bien.
- No hay forma de que no lo hagan, joven - llamé a la encargada que nos había estado siguiendo como si fuéramos a robarnos algo. - Podría mostrarnos uno de esos para mi amiga.
Asintió y nos pidió que la siguiéramos, lo hicimos y luego Jennie se perdió en los vestidores.
Cuando salió fue definitivamente un NO de mi parte.
Los pervertidos se la comerían viva, sus piernas se veían jodidamente perfectas y el pantalón no hacía más que alzarle su redondo culo.
"CARNE FRESCA", parecía que tenía un letrero en la frente diciendo su estado civil.
- Definitivamente no - le dije cruzado de brazos.
Ella volvió a verse en el espejo e hizo un puchero.
- Pero a mi me gusta.
Yo volví a negar.
- Se ve vulgar y barato.
Ella hizo un triángulo con su boquita y asintió.
Había ganado esta vez.
Esa tarde después de estudiar no sólo compramos ropa, le compre mascarillas y cremas para la piel, el rostro y el cabello que en la noche le enseñe a usar.
Y me di cuenta de que Kim Jennie era agradable y aún más con el rico olor a vainilla.
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