CANTO XXX| EPITAFIO LITERARIO.

12 0 0
                                    

Advertencia: la canción a continuación aquí escrita es totalmente de mi autoría, sólo es para leerla, está prohibido cantarla, plagiarla o grabarla. Gracias.

Sigo escribiendo y creando una causa, pero en el público no se produce ningún efecto, ¿será que no poseo talento mi mayor defecto? No me importa que no me lean, simplemente el hecho de escribir me parece un acto perfecto.

A pesar de todo me considero escritor y sé que estoy en el camino correcto, escribir para mí es lo más predilecto, con la escritura, de mi vida soy el arquitecto.

Les molesta que sea taciturno y serio, ellos no tienen criterio, me da igual ser tímido o si les caigo mal. Al final todos terminaremos en el cementerio. ¿Por qué debería sentirme importante en este oscuro e insignificante hemisferio?

En serio, no te creas tan importante, nada de lo que hagas es tan relevante, causa y efecto causante en este mundo agobiante, todo aquí es disonante, sufrimiento irrelevante. Shakespeare o Lovecraft mis más sinceros acompañantes. Los libros son mis amantes, y mis más preciadas joyas, relucen en mi estantería como los más luminosos de los diamantes.

Su conocimiento albergado en las páginas es protuberante, que hayan supuestos "escritores" que no les guste leer me parece aberrante, disculpen si sueno o me expreso de manera extravagante, lo hago porque son palabras que he aprendido leyendo. No hablo con elocuencia y palabras rimbombantes por sonar inteligente o arrogante. Aunque de hecho, lo soy, mi cultura en literatura es gigante.

No es por presumir, pero soy un genio al momento de escribir, dame una palabra o una imagen y en una historia la puedo convertir.

Este es el año que más he escrito y leído y es el año que los lectores más me dejaron en el olvido, pero no me intimido al no tener lectores, no son más que simples consumidores, y no escribo para ellos, escribo para mí y ya me acostumbré al fracaso porque como dijo Bukowski, los escritores somos unos perdedores.

Los escritores somos unos perdedores que sólo son reconocidos una vez que están muertos, así que no me importa el hecho de que ahora esté desértico mi huerto.

Sin en algún momento dejo de escribir no es por no ser famoso, si dejo de hacerlo es porque se ha llenado mi pozo interior y ya no necesito hidratar más al mundo exterior.

Estoy solo, no tengo amigos ni pareja, el mundo te daña y no hay nadie que te proteja, pero la vida es una fábula y morirás sólo es la triste moraleja, que este relato fabuloso te deja, nacimos y morimos solos, no tiene sentido emitir una queja.

Los humanos son lobos feroces, pero en mi soledad a veces extraño los rugidos de sus voces, no te atrevas a juzgarme porque ni siquiera me conoces, lo que has visto de mi son pequeños fragmentos con ornamentos, pero te suicidarías si lidiaras con mis tormentos.

Veo rostros que figuran estar contentos, pero cuando profundizo y visualizo sus miradas solamente encuentro sufrimiento. Y no es por pesimista que miento, antes escribía buscando recibimiento y reconocimiento, ahora sólo escribo buscando conocimiento, ha dejado de interesarme el insípido entretenimiento.

No me importa el ser leído, me importa el ser comprendido, así que no me interesa si muero y quedo en el olvido. Ahora sigo vivo y ya estoy olvidado, ¿qué pasará una vez que me haya ido? ¿Lograré ser reconocido como escritor o será peor y me olvidarán como si nunca hubiese nacido, cómo si nunca hubiese existido?

Me angustia pensar en la muerte porque es pensar en lo desconocido, y el no saber como será es lo que me tiene afligido, pero que me recuerden como escritor es lo único que pido. Que me recuerden como escritor es lo único que pido. Y sé que a nadie le importa, pero siento que mi vida se acorta, así que nuevamente en este escrito me despido.

Si me conoces ahora que estoy con vida y no me lees, no me leas después, ¿por qué leer o hacer algo que nunca fue de tu interés? Porque después de muerto seré interés del tumulto y ya no seré un simple talento oculto.

¿Quieres ser parte de ese grupo? Lo siento, para ti no hay cupo, y disculpa mi expresión, pero desde mi tumba te escupo, seguidores apócrifos como tú no ocupo, y no puedes decir ese escritor fue un genio y nunca lo supo.

Porque de hecho siempre lo supe, por eso desde su tumba este cadáver lúgubre te escupe, lo que pase después de mi muerte honestamente no es que me preocupe, mientras tanto sigan esperando a que mi trono de escritor se desocupe.

Te advierto que siempre fui un libro abierto a comentarios despectivos, así que no hables bien de mí por el simple hecho de estar muerto, ante mi arte siempre fuiste ciego, así que no intentes leerme como un vidente o peor, como un tuerto. Sueño que muero y luego despierto o sueño que despierto y en realidad muero, ¿qué sueño es el verdadero?

Abro los ojos y todo mi mundo se va por el invernadero, no sé lo qué pasa y me desespero, pero mientras siga con vida me esmero, con mis actos soy certero, seré recordado como escritor y encarecidamente lo reitero.

Si no estás destinado a ser escritor, escribes y nunca de publico creces, porque de talento careces o simplemente la gente de intelecto carece y por ende, tu arte mal les parece, porque su idiotez su mente oscurece.

Quien no me lee mientras estoy con vida contra mi genialidad peca. Cuando muera conserven mi cerebro en una urna en forma de libro y exhíbanlo en una prestigiosa biblioteca.

Siempre fui un genio literario, que incluso hasta decirlo me parecía innecesario, ahora sólo te queda arrepentirte por no valorar mi arte estrafalario, he aquí yace mi talento y mi estilo funerario, convertido en un oscuro y triste poemario.

Mi epitafio literario para el lúgubre escultor de mi tumba: «No nací para ser un ordinario trabajador. Nací para ser un extraordinario escritor».

Y lo logré, que fue peor.

Anghell Gravecraft.
Poeta Lúgubre.

EL ARTE DE LAS MUSAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora