Efímero {Baji Keisuke X Tú}. Completa✅

§ Declaración §

Narra Sayuri/tú.

° Rechazo °

-No quiero hablar, Sayuri-contestó de forma cortante, mientras arreglaba una moto.

Chisté los dientes-como sea, no me interesa charlar contigo.

Rió.-Hace un momento rogabas por mi atención, ¿ahora te arrepientes?.

Sentí mis mejillas calientes. Lo fulminé con la mirada, este rió a carcajadas enormes y largas.

-¡Eres un idiota!-me crucé de brazos ofendida.

-Aún así me amas, lo sé.

Enarcó una ceja como si lo que dijo fuera verdad. Le mostré el dedo de enmedio y solté una risa al verlo enojado.

Bufó-Eres una niña inmadura.

-A está "niña inmadura" la amas, lo sé.

Negó con la cabeza riendo sin dejar de observar la motocicleta. Dejé salir un suspiro y me recosté en el sillón que había en su taller.

-No quiero ir a clases-sollocé.

Me miró mal-Es tú obligación, si supieras cuánto daría por ir y aprender en tu lugar.

Hice un puchero-¡Tuve una exposición en inglés y me regaño la estúpida maestra por no haberme quitado el cubrebocas!.

Sonrió-Tienes que aprender a hacer caso.

Negué viendo el techo. El calor estaba aumentando y decidí ir adentro para poder tomar agua con hielos y, de paso traerle a Draken.

-¡Con muchos hielos!-gritó Draken como si fuera su chacha-¡Gracias esclava!.

Fruncí el ceño-¡Oye idiota entonces ven tú y prepárate tu propia agua!.

Cómo respuesta pude escuchar su carcajada. Preparé los dos vasos de agua y agregué dos hielos en cada uno.

Maldije cuando mi celular sonó y yo ya tenía ambos vasos en cada mano. De forma ágil tomé el celular en mis labios y con la lengua pude presionar el alta voz.

-¡Yuri!, ¿tienen tiempo?-su voz sonaba calmada y parecía estarse divirtiendo.

Corrí hacia el taller y le entregué a Draken su vaso. Este me miró confundido, lo ignoré y tomé el teléfono en mi mano desocupada.

-¿Yuri estás ahí?-cuestiono Mikey confundido.

-¡Un momento!-miré a Draken y este me devolvió la mirada-Es Mikey, dice que si tenemos tiempo.

Frunció el ceño, tomó un cuaderno en sus manos y asíntio con la cabeza para después seguir en lo suyo.

-Sí, lo tenemos.

-¡Perfecto!, a las cinco en punto, ni un minuto menos ni uno más. Adiós Yuri.

Y colgó. Suspiré y platiqué con Draken sobre lo antes conversado con el enano que tengo por compañero.