Iván y Rodrigo han estado viviendo juntos desde hace ya varios años.
El papá de Rodri, un importante empresario viudo, conoció a una bella doctora divorciada con un hijo adolescente, las cosas se dieron con tanta rapidez que en cuestión de meses ya se encontraban casados y viviendo juntos.
Sus jóvenes hijos no entendían mucho, sin embargo, hacían su mejor intento por convivir.
Para Rodri no fue difícil, a el le gustaba agradarle a las personas, sobre todo a aquel que ahora se hacía llamar su hermanastro.
Cabe aclarar que actualmente Rodrigo tenía 17 años y Iván 19, a este último no le gustaba tanto lo empalagoso que el pequeño Rodri Podía llegar a ser.
Un día como cualquier otro Iván recibe un gran paquete, en silencio lo lleva a su habitación y ansioso lo destapa, estaba tan intrigado por saber de que tan buena calidad era aquel producto por el que estuvo ahorrando meses.
Con lo que Iván no contaba era el pequeño espía que curioso había estado escondido observándolo desde los muebles de la sala, el quería saber que era ese gran paquete.
Sus calcetas blancas amortiguaban sus pisadas, asomándose por la puerta se percató que Iván había salido, rápidamente entro a la habitación y se quedo perplejo con lo que se encontró en la cama de su querido Iván, ¿acaso eso erá una muñeca gigante con la que su hermanito jugaría? el también quería jugar pero le intrigaba más ¿porqué ese muñeco se parecía tanto a él?
Los labios de aquella muñequita eran gorditos como los de el, sus deditos eran igual de pequeños que el, incluso su estatura, al lado de Iván el siempre fue un pequeñín.
Rodrigo admiraba detenidamente, tocando las articulaciones que se veían bastante reales hasta que por accidente safo un brazo, rápidamente entro en desesperación y quiso componerlo, pero no podía, esas porquería chinas siempre te estafan, aunque si lo pensaba bien, todo había sido su culpa, nadie le dijo que entrará a curiosear.
Pensó en una solución rápida, su mente se iluminó y desvisto a la muñeca, se puso su diminuto vestido, unas bragas (que sinceramente no cubrían su gordo y rosado coño), escondió debajo de la cama al artefacto, escucho pasos y subió rápidamente a la cama, abrió sus piernas y dejo caer a sus costados los brazos, como una pequeña muñequita.
Iván entro a la habitación ansioso por jugar con su nueva adquisición, cerro la puerta con llave asegurándose que no hubiera nadie.
-¡wow! Se ve aún más real de cerca- el adolescente se encontraba asombrado por el realismo y la calidad de su juguete.
Comenzó tocando las delicadas mejillas carmesí, eran tan suaves como las de su querido hermanastro Rodri, introdujo su dedo pulgar en los gordos labios, se emoción cuando sintió el dedo humedo, tendría que felicitar a la persona que hace estos juguetes.
Con la humedad en su dedo pulgar mojo los rojizos labios y sin previo aviso metió una fuerte cachetada que hizo gemir a Rodri.
Recostó a Rodrigo en la cama y comenzó a besar su blanquecino cuello, lamio de arriba a abajo hasta llegar a la mejilla contraria y morder la suavemente, se sentía tan real, incluso podía sentir el olor de su Rodri.
Un camino de besos fueron dejados hasta llegar a las gordas tetas, primero masajeo por encima de la tela del vestido, podía ver aquella areola rosada botando leche, estaba loco, le encantaba la idea de chupar senos chorreantes de leche.
Bajo el pequeño top que cubría los pechos de Rodri y este se removió un poco, su coñito chorreaba pero no podía decir ni hacer nada.
Como si de un bebé se tratase, Iván chupo aquel néctar qué salía de los senos mientras su otra mano amasaba la teta contraria.
El vestido fue retirado por completo, dejando a Rodri al descubierto con aquella pequeña braga que no dejaba nada a la imaginación.
Iván suspiro ese bello aroma a coño humedo, estaba tan enfermo o por que lo sentía tan real.
Su dedo recorrió los gordos labios vaginales, admirado como la fina tela se humedecia.
Acerco su nariz a la zona y con ella simuló una embestida, quito la braga y la olfateo, se sentía todo un pervertido.
Abrio las piernas de par en par y comenzo dando besos en los muslos, luego, su lengua se paseo de arriba a bajo por todo el coñito rojizo, succionando la bolita de nervios.
mientras chupaba la vagina metio un dedo en el orificio de Rodri, estaba tan humedo que solo sintio como se introdujo lentamente sin ningun dolor.
Rodrigo no podia ignorar la hermosa imagen que tenia, era ivan, su hermanastro que adoraba, chupando su coño, tenia tantas ganas de moverse y hundir todo el rostro del alto en el.
Era inevitable no sentir espamos y un exceso de placer cuando tienes a Ivan Buaheruk tomando de ti y desesperado por obtener mas, un gemido salio de Rodri y todo se detuvo, ivan alzo su mirada y entrecerro, acaso este seguia siendo su muñeca o habia algo raro aqui.
-Rodri, eres tu- pregunto.
-Y-yo, perdon, el brazo de la muñeca se rompio y no queria que te enfadaras conmigo.
-Cariño, yo nunca podria molestarme contigo- dijo Buaheruk mientras subio a los labios del castaño con las mejillas coloreadas y un planto un tierno beso de piquito.
-Me gusto lo que estabas haciendo, podrias continuar?-pregunto con timidez, Rodri.
-Claro mi corazoncito bello, lo que mi princesita diga.
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𝗠𝘂𝗻̃𝗲𝗾𝘂𝗶𝘁𝗮;𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐯𝐚𝐧
Fanfiction𖦹!! 𝘼𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣, 𝙘𝙘 @DessyShadobin 𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲, 𝗜𝘃𝗮𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗿𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝗺𝘂𝗻̃𝗲𝗰𝗮 𝘀𝗲𝘅𝘂𝗮𝗹 𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗶𝗰𝗮 𝗮 𝗥𝗼𝗱𝗿𝗶. 𝗢 𝗱𝗼𝗻𝗱𝗲, 𝗥𝗼𝗱𝗿𝗶 𝗽𝗼𝗿 𝗮𝗰𝗰𝗶𝗱𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗲 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹 𝗷𝘂𝗴𝘂𝗲𝘁𝗲 𝗳𝗮𝘃𝗼𝗿𝗶�...